El Colportor Evangélico
- Prefacio
- Sección 1—La evangelización por medio del colportaje
- Capítulo 1—Nuestras publicaciones y su misión
- Capítulo 2—Una obra de primera importancia
- Un ministerio exitoso para salvar a las personas
- Una obra de la mayor importancia
- Un llamamiento a revivir el interés
- Iguala en importancia al ministerio pastoral
- Comprender nuestra responsabilidad
- La obra de Dios
- Atalayas y mensajeros
- Verán personas convertidas
- Mientras dure el tiempo de gracia
- No existe obra superior
- Comentarios de espectadores negligentes
- No hay tiempo para perder
- Capítulo 3—Un llamamiento a reclutar colportores evangélicos
- Se piden reclutas
- Levantarse y brillar
- El señor llama a muchos
- Un llamado a la juventud
- Centenares han de salir
- Obreros de todas las iglesias
- Cada creyente ha de ayudar
- Hombres de las vocaciones comunes de la vida
- La bendición prometida por Dios
- Cristo les enseñará qué deben decir
- Los ángeles les acompañarán preparando el camino
- La consagración que Dios exige
- Se necesita colportores para las ciudades
- Obreros llamados a ir a todas partes
- Esparcir libros como hojas de otoño
- Debe haber cien donde ahora hay uno
- Seguridad de éxito
- Capítulo 4—Selección de colportores evangélicos
- Capítulo 5—Nuestros estudiantes y el colportaje evangélico
- Un plan divino para nuestros estudiantes
- Escuelas para preparar colportores evangélicos
- Oportunidad para estudiantes colportores
- Deben aprender en la escuela de Cristo
- Un medio de educación
- Verdadera “educación superior”
- Una experiencia inapreciable
- Una preparación para el ministerio
- El conocimiento esencial
- Capítulo 6—Una obra para salvar vidas
- Un medio de traer a las personas a Cristo
- El colportor ha de revelar a Cristo
- Hablar palabras de verdad
- Para cazar y pescar hombres
- Alcanzar a todas las clases
- Por los caminos
- En la vía pública
- Auxiliar a los intemperantes
- Orar por los enfermos y desanimados
- Con oración en los labios
- Evitar los puntos controvertidos
- Ensalzar a Cristo
- El pastor como colportor
- Tan importantes como la predicación
- Gozo en el servicio
- Sección 2—El colportor idóneo
- Sección 3—El colportor evangélico en acción
- Sección 4—La alianza con lo divino
- Sección 5—Nuestras publicaciones llenas de la verdad
- Apéndice—Ayuda en la vida cotidiana