El Colportor Evangélico

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Capítulo 3—Un llamamiento a reclutar colportores evangélicos

Se piden reclutas

Noche tras noche me encuentro frente a la gente, siendo portadora de un testimonio muy positivo, rogándoles que estén bien despiertos y que acometan la obra de hacer circular nuestras publicaciones.—The Review and Herald, 30 de abril de 1905. CE 17.1

El campo de colportaje necesita reclutas. Los que se empeñen en esta obra con el espíritu del Maestro hallarán entrada en los hogares de quienes necesitan la verdad. Pueden referirles la sencilla historia de la cruz, y Dios los fortalecerá y los bendecirá mientras conducen a otros a la luz. La justicia de Cristo los precede y la gloria de Dios es su retaguardia.—The Review and Herald, 16 de junio de 1903. CE 17.2