El Colportor Evangélico

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Capítulo 6—Una obra para salvar vidas

Un medio de traer a las personas a Cristo

Necesitamos comprender la importancia del colportaje como gran medio de hallar a los que están en peligro, y de llevarlos a Cristo. Nunca debe prohibirse a los colportores que hablen del amor de Cristo, que relaten lo que han experimentado al servir a su Maestro. Deben quedar libres para hablar u orar por los que se han despertado. La sencilla historia del amor de Cristo hacia el hombre les abrirá las puertas, aun en las casas de los incrédulos.—Joyas de los Testimonios 2:543 (1900). CE 38.1

El que emprende el colportaje como debe hacerlo, ha de ser educador y estudiante. Mientras procura enseñar a otros, él mismo debe aprender a hacer la obra del evangelista. CE 38.2

Cuando los colportores salgan con corazón humilde y llenos de fervorosa actividad, hallarán muchas oportunidades de dirigir una palabra oportuna a las personas a punto de perecer en el desaliento. Después de trabajar por estos menesterosos, podrán decir: “En otro tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor”. Efesios 5:8. Cuando ven la conducta pecaminosa de otros, pueden decir: “Y esto erais algunos de vosotros, pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios”. 1 Corintios 6:11.—Joyas de los Testimonios 2:551 (1900). CE 38.3

Hermanos y hermanas, recuerden que un día se presentarán delante del Señor de toda la Tierra para dar cuenta de los hechos realizados en el cuerpo. Entonces el trabajo de ustedes aparecerá como es en realidad. La viña es grande, y el Señor está llamado a obreros. No permitan que nada los distraiga de la tarea de salvar vidas. La obra del colportaje constituye un modo muy exitoso de salvar vidas. ¿No la probarán?—The Review and Herald, 2 de junio de 1903. CE 38.4