El Colportor Evangélico

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Cuidado en la selección de obreros

La obra del colportaje es más importante de lo que muchos la han considerado, y se debe tener mucho cuidado y sabiduría al emplear y seleccionar hombres para este ministerio. A los jóvenes se los puede preparar para que hagan un trabajo mejor del que se ha realizado y con menos pago que el que muchos han recibido. Levanten el estandarte y que los desinteresados y abnegados, los que aman a Dios y a la humanidad, se unan al ejército de obreros. Que vengan, no esperando comodidad, sino que con valor y buen ánimo puedan enfrentar los desprecios y las dificultades. Que vengan los que puedan rendir un buen informe de nuestras publicaciones, porque ellos mismos aprecian su valor.—Testimonios para la Iglesia 5:382 (1885). CE 27.2

Nuestros hermanos deben mostrar discreción en la selección de colportores, a menos que hayan decidido dejar que la verdad sea mal entendida y mal representada. Deben darles buena paga a todos los que son obreros de verdad; pero la suma no debe aumentarse para comprar colportores, porque este procedimiento les hace daño. Los hace egoístas y despilfarradores. Procuren impresionarlos con el espíritu de la verdadera obra misionera y con las calificaciones necesarias para asegurar el éxito. El amor de Jesús en el corazón hará que el colportor considere un privilegio trabajar para esparcir la luz. Estudiará, trazará planes y orará para recibir la dirección divina.—Testimonios para la Iglesia 5:379, 380 (1885). CE 28.1