El Colportor Evangélico

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Auxiliar a los intemperantes

En su trabajo se encontrarán con personas que están luchando contra el apetito. Hablen palabras que los fortalezcan y animen. No permitan que Satanás apague la última chispa de esperanza en sus corazones. A los errantes que tiemblan y luchan contra el mal, Cristo les dice: “Venid a mí”; y él coloca sus manos debajo de ellos, y los levanta. La obra que realizó Cristo deben hacerla ustedes como sus evangelistas de lugar en lugar. Trabajen con fe, esperando que las personas sean ganadas para Aquel que dio su vida con el fin de que los hombres y las mujeres tomen posiciones al lado de Dios. Colaboren con Dios para ganar al adicto a la bebida y el tabaco, para que venza los hábitos que lo rebajan hasta alcanzar un nivel inferior al de las bestias que perecen.—The Review and Herald, 7 de enero de 1903. CE 42.3