El Colportor Evangélico

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Alcanzar a todas las clases

Con el fin de alcanzar a todas las clases, debemos tratarlas donde se encuentran. Rara vez nos buscarán por su propia iniciativa. No sólo desde el púlpito han de ser los corazones humanos conmovidos por la verdad divina. Hay otro campo de trabajo, más humilde tal vez, pero tan plenamente promisorio. Se halla en el hogar de los humildes y en la mansión de los encumbrados.—El Deseado de Todas las Gentes, 126 (1898). CE 40.2