El Colportor Evangélico

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Verdadera “educación superior”

No debemos desalentar a nuestros hermanos ni debilitar sus manos de manera que la obra que el Señor desea realizar por su intermedio no se haga. No se dedique demasiado tiempo a preparar a los hombres para que hagan obra misionera. La instrucción es necesaria, pero recuerden todos que Cristo es el gran Maestro y la Fuente de toda verdadera sabiduría. CE 34.2

Conságrense a Dios jóvenes y ancianos, emprendan la obra y, trabajando con humildad, avancen bajo el control del Espíritu Santo. Salgan al campo los que han estado en la escuela, y pongan en uso práctico el conocimiento que han adquirido. Si los colportores hacen esto, usan la capacidad que Dios les ha dado, buscan su consejo y combinan el trabajo de vender libros con la obra personal a favor de la gente, sus talentos aumentarán con el ejercicio y aprenderán muchas lecciones prácticas que no podrían aprender en la escuela. La educación obtenida de esta manera práctica puede llamarse apropiadamente educación superior.—Joyas de los Testimonios 2:546, 547 (1900). CE 34.3