El Colportor Evangélico

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El señor llama a muchos

El año nuevo está delante de nosotros, y deben trazarse planes para realizar un esfuerzo fervoroso y perseverante en el servicio del Maestro. Hay mucho que hacer para impulsar la obra de Dios. Se me ha indicado que la obra del colportaje ha de revivir y ha de ser llevada adelante con éxito creciente. Es la obra del Señor, y los que la emprendan con fervor y diligencia recibirán una bendición.—The Review and Herald, 20 de enero de 1903. CE 18.2

El Señor llama a muchos a ocuparse en la obra del colportaje... Por causa de Cristo, hermanos y hermanas, aprovechen hasta el máximo las horas del nuevo año para hacer brillar ante la gente la preciosa luz de la verdad presente. El Ángel del pacto está dotando a sus siervos de poder para que lleven la verdad a todas partes del mundo. Ha enviado a sus ángeles con el mensaje de misericordia; pero, como si no se apresuraran lo suficiente para satisfacer el amoroso anhelo de su corazón, coloca sobre cada miembro de su iglesia la responsabilidad de proclamar este mensaje. “El que oye, diga: ¡‘Ven!’” Todo miembro de iglesia ha de mostrar su lealtad invitando a los sedientos a beber del agua de la vida. Una cadena de testigos vivientes ha de llevar la invitación al mundo. ¿Realizarás tu parte en esta gran obra? CE 19.1

Tanto hombres como mujeres—Cristo llama a muchos misioneros, tanto hombres como mujeres, para que se consagren a Dios, y estén dispuestos a gastar y ser gastados en su servicio. ¡Oh!, ¿podemos dejar de recordar que existe un mundo por el cual trabajar? ¿No avanzaremos paso a paso permitiendo que Dios nos use como su mano ayudadora? ¿No nos colocaremos sobre el altar del servicio? Entonces el amor de Cristo nos tocará y transformará, convirtiéndonos, por su causa, en personas dispuestas a trabajar con osadía.—The Review and Herald, 27 de enero de 1903. CE 19.2

Muchas personas, tanto hombres como mujeres, pueden hacer una excelente obra colportando con los libros que estén llenos de una instrucción directa y sencilla sobre la piedad práctica.—Manuscrito 81, 1900. CE 19.3