El Colportor Evangélico

30/269

Hombres de las vocaciones comunes de la vida

En esta etapa final de la tarea de predicar el evangelio hay un vasto campo que ocupar y, más que nunca antes, la obra debe alistar a ayudantes de entre el común del pueblo. Tanto jóvenes como mayores serán llamados del campo, del viñedo y del taller, y enviados por el Maestro para dar el mensaje. Muchos de ellos habrán tenido pocas oportunidades de educarse, pero Cristo ve en ellos cualidades que los capacitarán para cumplir su propósito. Si hacen la obra con todo el corazón y siguen aprendiendo, Cristo los capacitará con el fin de que puedan trabajar par él.—La Educación, 269, 270 (1903). CE 22.2