Testimonios para la Iglesia, Tomo 1

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Los pobres

Algunos que son pobres en bienes de este mundo suelen suponer que el testimonio directo es solamente para las personas que poseen recursos. Pero no comprenden que ellos mismos tienen una obra que hacer. Dios requiere que ellos hagan un sacrificio. Los llama a sacrificar sus ídolos. Debieran abandonar los estimulantes perjudiciales como el tabaco, el té y el café. Si padecen de estrecheces mientras procuran hacer lo mejor que pueden, será un placer para sus hermanos ricos ayudarles a salir de la dificultad. 1TPI 205.2

Muchos carecen de sabiduría en la administración de sus bienes, y no son económicos. No pesan cuidadosamente los asuntos ni avanzan con cautela. Tales personas no debieran confiar en su juicio deficiente, sino que debieran buscar consejo de parte de sus hermanos que poseen experiencia. Pero los que carecen de buen juicio y no son económicos, con frecuencia no están dispuestos a buscar consejo. Generalmente piensan que saben cómo conducir sus negocios temporales, y no están dispuestos a seguir el consejo de nadie. Dan pasos en falso y sufren las consecuencias. Sus hermanos se afligen al verlos sufrir y los ayudan a salir de las dificultades. Su manera deficiente de administrar sus cosas afecta a la iglesia. Insume los recursos de la tesorería de Dios, que debieran utilizarse para hacer progresar la causa de la verdad presente. 1TPI 205.3

Si estos pobres hermanos siguieran un curso de acción humilde y estuvieran dispuestos a dejarse aconsejar por sus hermanos, y si a pesar de eso tuvieran que padecer estrecheces, los hermanos debieran sentir que es su deber ayudarlos gozosamente a salir de la dificultad. Pero si ellos eligen su propio camino, y confían en sus propios juicios, debiera permitirse que experimenten las consecuencias de su curso de acción insensato y aprendan por experiencia que “en la multitud de consejeros hay seguridad”. Proverbios 11:14. Los miembros del pueblo de Dios debieran someterse unos a otros. Debieran buscar el consejo mutuo, para que la deficiencia de unos sea suplida por la suficiencia de otros. Vi que los mayordomos del Señor no tienen el deber de ayudar a los que insisten en emplear tabaco, té y café. 1TPI 205.4

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