Testimonios para la Iglesia, Tomo 6

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La forma de presentar el mensaje

Por doquiera hay corazones que claman por el Dios viviente. En las iglesias se han pronunciado discursos insatisfactorios para el alma hambrienta. Esos discursos carecen de la manifestación divina que enternece la mente y crea un fervor en el alma. La audiencia no puede decir: “¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?” Lucas 24:32. Mucha de la enseñanza ofrecida carece de poder para despertar al transgresor o convencer de pecado. Las personas que vienen a oír la Palabra tienen necesidad de una presentación sencilla y clara de la verdad. Algunos que han saboreado alguna vez la Palabra de Dios han vivido por mucho tiempo en una atmósfera sin Dios, y anhelan la presencia divina. 6TPI 60.2

El primerísimo asunto, y el más importante, es ablandar y subyugar el alma mediante la presentación de nuestro Señor Jesucristo como el Salvador que perdona el pecado. Jamás debiera predicarse un sermón ni darse instrucción bíblica sobre cualquier tema sin guiar al oyente hacia el “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29. Toda verdadera doctrina coloca a Cristo en el centro. Cada precepto recibe fuerza de sus palabras. 6TPI 61.1

Mantened la cruz del Calvario delante de la gente. Mostrad lo que causó la muerte de Cristo: la transgresión de la ley. Que el pecado no sea encubierto ni considerado como asunto de poca importancia. Debe presentarse como culpa contra el Hijo de Dios. Luego se debe guiar a la gente hacia Cristo y decirle que la inmortalidad se obtiene únicamente cuando se lo recibe como su Salvador personal. 6TPI 61.2

Despertad a la gente para que vea cuán distante se encuentra de los mandamientos del Señor por haber adoptado reglas mundanales y haberse conformado a principios seculares. Esto ha inducido a transgredir la ley de Dios. 6TPI 61.3

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Muchos que militan en el mundo ponen sus afectos en cosas que en sí mismas no son malas; pero llegan a sentirse satisfechos con ellas, y no buscan el bienestar mayor y más elevado que Cristo desea darles. Ahora bien, no debemos procurar privarles rudamente de lo que consideran de valor para ellos. En cambio, debemos revelarles la belleza y la belleza de la verdad. Inducidlos a contemplar a Cristo en su hermosura; entonces se apartarán de todos sus defectos que los alejan de él. Este es el principio que el Salvador utiliza para tratar con cada ser humano; es el principio que debe implantarse en la iglesia. 6TPI 61.4

Cristo vino al mundo para “vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel”. Isaías 61:1. “Nacerá el Sol de Justicia, y en sus alas traerá salvación”. Malaquías 4:2. El mundo está repleto de hombres y mujeres agobiados por el pesar, los sufrimientos y el pecado. Dios envía a sus hijos para que les revelen a Aquel que quitará el peso y les dará reposo. Es la misión de los siervos del Señor ayudar, bendecir y sanar. 6TPI 61.5

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El tema favorito de Cristo era el carácter paternal de Dios y su abundante amor. Este conocimiento de Dios fue su dádiva personal al hombre, y esta misma dádiva la dio a su iglesia para que la comunique al mundo. 6TPI 62.1

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Al presentar a la gente las diferentes lecciones y advertencias para este tiempo, debemos recordar que no todas son igualmente apropiadas para las congregaciones que se reúnen en nuestras concentraciones religiosas. El mismo Jesús dijo a sus discípulos, quienes habían estado con él durante tres años: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar”. Juan 16:12. Debemos tratar de presentar la verdad a medida que la gente esté preparada para escucharla y apreciar su valor. El Espíritu de Dios trabaja en las mentes y corazones de la gente, y debemos actuar en armonía con esto. 6TPI 62.2

La gente ya tiene un conocimiento de ciertas verdades. Hay algunas en las cuales están interesados y dispuestos a aprender más. Mostradles la importancia de estas verdades y su relación con otras que no entienden. Así despertaréis el deseo de recibir más luz. Esto significa: “usa bien la palabra de verdad”. 2 Timoteo 2:15. 6TPI 62.3

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Que el mensaje para este tiempo se presente, no en largos y elaborados discursos, sino en exposiciones cortas, al punto. Cuando hayáis abordado un tema una vez, no penséis que podéis pasar inmediatamente a otro, y que los oyentes recordarán todo lo que habéis dicho. Hay peligro en pasar muy deprisa de un punto a otro. Impartid lecciones breves, en lenguaje claro y sencillo, y repetid esto a menudo. 6TPI 62.4

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No avancéis de inmediato con otra presentación, más bien permitid que transcurra un tiempo para que la verdad pueda afianzarse en la mente y se dé oportunidad para la meditación y la oración, tanto al ministro como al pueblo. De esa manera habrá crecimiento en el conocimiento religioso y la experiencia. 6TPI 63.1

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Mantened la mente concentrada en unos pocos puntos vitales. No introduzcáis ideas irrelevantes en vuestros discursos. Dios no permitirá que penséis que estáis impresionados por su Espíritu cuando os apartáis de vuestro tema introduciendo asuntos extraños que no tienen relación con vuestro tema. Al apartaros de líneas rectas e introducir aquello que distrae la mente del tema, perdéis vuestra fuerza de expresión y debilitáis todo lo que habéis dicho anteriormente. Dad a vuestros oyentes trigo genuino, completamente aventado. 6TPI 63.2

Tened cuidado de no perder jamás el sentido de la presencia del Vigilante divino. Recordad que no estáis hablando delante de una asamblea humana, sino delante de Uno a quien debéis reconocer siempre. Hablad como si el universo entero estuviera delante de vosotros. 6TPI 63.3

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Una noche, antes de una reunión importante, me pareció estar con mis hermanos durante mis horas de sueño, oyendo a Uno que hablaba como quien tiene autoridad. Dijo: “Muchas almas honestamente ignorantes de las verdades que se presentarán, deben de asistir a estas reuniones. Escucharán y se interesarán porque Cristo las atrae; sus conciencias les dicen que lo que escuchan es verdad, porque tienen la Biblia como su fundamento. Se requiere extremo cuidado al tratar con estas almas. 6TPI 63.4

“Que tales porciones del mensaje se les presenten en una forma que puedan comprender su sentido. Aunque parezca extraño y asombroso, muchos reconocerán con gozo que la Palabra de Dios ha sido iluminada con nueva luz; mientras que si las nuevas verdades se presentaran en una forma tan amplia que dificultara su comprensión, algunos se alejarían para nunca más regresar. Muchos adventistas, en sus esfuerzos por compartir la verdad con otros, pueden expresar mal lo que han oído. Otros desviarán tanto el sentido de las Escrituras que confundirán algunas mentes. 6TPI 64.1

“Los que estudian el método de enseñanza de Cristo, y se educan para seguirlo, atraerán y retendrán multitudes, así como Cristo lo hizo en su tiempo. Satanás estará presente en cada congreso campestre para interponerse entre la humanidad y Dios con su sombra infernal, a fin de interceptar cada rayo de luz que pueda iluminar el alma. Pero cuando la verdad se presenta al pueblo en su carácter real y práctico, con manifestaciones de amor, hay personas que serán convencidas, porque el santo Espíritu de Dios impresionará sus corazones. 6TPI 64.2

“Armaos con humildad; orad para que los ángeles de Dios puedan acercarse a nuestro lado para impresionar la mente; porque no sois vosotros los que usáis el Espíritu Santo, sino el Espíritu Santo debe usaros a vosotros. Es el Espíritu Santo quien hace impresionante la verdad. Mantened siempre delante del pueblo la verdad práctica”. 6TPI 64.3

No hagáis resaltar aquellos aspectos del mensaje que son una condenación de las costumbres y prácticas de la gente, hasta que tengan oportunidad de saber que somos creyentes en Cristo, que creemos en su divinidad y preexistencia. Permitid que el testimonio del Redentor del mundo sea vivido. Él dice: “Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”. Apocalipsis 22:16. 6TPI 64.4

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En el congreso campestre realizado en Queensland en 1898, recibí instrucciones destinadas a nuestros obreros bíblicos. En visiones nocturnas, observé a ministros y obreros en lo que parecía una reunión donde se impartían lecciones bíblicas. Dijimos: “Hoy tenemos con nosotros al gran Maestro”, y a continuación escuchamos con interés sus palabras. Él dijo: “Hay una gran obra delante de vosotros en este lugar. Debéis presentar la verdad con sencillez. Llevad a la gente a las aguas de vida. Habladles de los asuntos que conciernen mayormente a su bienestar presente y eterno. Evitad que vuestro estudio de la Escritura sea de escaso valor o presentado a la ligera. En todo lo que digáis, recordad que tenéis algo que merece el tiempo que tomáis para expresarlo y el tiempo de los oyentes para oír. Hablad de lo que es esencial, de lo que instruya, lo que llevará luz con cada palabra. 6TPI 65.1

“Aprended a hablar con la gente de manera que entienda. No presentéis ideas controversiales. Que vuestras instrucciones no sean de un carácter tal que inquieten la mente. No preocupéis a la gente con asuntos que vosotros podéis entender, pero que ellos no comprenden, a menos que estos sean de consecuencias vitales para la salvación de las almas. No presentéis la Escritura de una manera que exalte el yo y estimule la vanagloria en el que abre la Palabra. 6TPI 65.2

La obra para este tiempo es preparar estudiantes y obreros para que puedan presentar temas de una manera clara, sencilla y solemne. En esta obra no debe haber tiempo mal utilizado. No debemos errar el blanco. El tiempo es demasiado breve para ponernos a develar todo lo que hay para ver. Se requerirá la eternidad para que conozcamos la largura, la anchura, la profundidad y la altura de las Escrituras. Hay algunas almas para quienes ciertas verdades son más importantes que otras. Necesitáis perspicacia en vuestra educación en asuntos bíblicos. Leed y estudiad: Salmos 40:7, 8; Juan 1:14; 1 Timoteo 3:16; Filipenses 2:5-11; Colosenses 1:14-17; Apocalipsis 5:11-14. 6TPI 65.3

Al apóstol Juan se le revelaron en la isla de Patmos las enseñanzas que Dios deseaba que él impartiera al pueblo. Estudiad estas revelaciones. Hay aquí temas que merecen nuestra contemplación, extensas y abarcantes lecciones que todas las huestes angélicas están ahora procurando comunicar. Contemplad la vida y el carácter de Cristo, estudiad su obra intercesora. Allí hay sabiduría, amor, justicia y misericordia infinitas. Allí hay profundidad y altura, largura y anchura, para nuestra consideración. Innumerables escritores se han utilizado para presentar al mundo la vida, el carácter y la obra mediadora de Cristo, y todavía, en cada mente mediante la cual el Espíritu Santo ha trabajado, se han presentado estos temas bajo una luz original y novedosa. 6TPI 66.1

Deseamos inducir a la gente a comprender qué es Cristo para ellos y cuáles son las responsabilidades que se espera que acepten en él. Como sus representantes y testigos, necesitamos llegar personalmente a un pleno entendimiento de las verdades salvadoras adquiridas a través de un conocimiento experimental. 6TPI 66.2

Enseñad las grandes verdades prácticas que deben ser estampadas sobre el alma. Enseñad el poder redentor de Jesús, “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”. Colosenses 1:14. Fue en la cruz donde la misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la verdad se besaron. Que cada estudiante y obrero estudien esto una y otra vez, hasta que, al levantar al Salvador crucificado entre nosotros, puedan entregar un mensaje nuevo a la gente. Mostrad que la vida de Cristo revela un carácter infinitamente perfecto. Enseñad que, “a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Juan 1:12. Repetidlo una y otra vez. Podemos llegar a ser hijos de Dios, miembros de la familia real, hijos del Rey celestial. Haced saber que quienes aceptan a Jesucristo y mantienen su confianza original, firme hasta el fin, serán herederos de Dios. También serán coherederos con Cristo “para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”. 1 Pedro 1:4, 5. 6TPI 66.3