Testimonios para la Iglesia, Tomo 6

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La dieta

Nuestros hábitos de comer y beber muestran si pertenecemos al mundo o si estamos entre los que el Señor, con su poderosa espada de la verdad, ha separado del mundo. Ellos son su pueblo especial, dedicado a hacer el bien. Dios ha hablado mediante su palabra. El ejemplo de Daniel y sus tres compañeros constituye un auténtico sermón acerca de la reforma pro salud. Dios ha hablado mediante la historia de los hijos de Israel, a quienes por su propio bienestar les negó el consumo de carne. Los alimentó con “pan del cielo” (Juan 6:32), los hombres consumieron comida de ángeles. No obstante, estimularon su apetito terrenal; y mientras más pensaban en las ollas de carne de Egipto, tanto más odiaban el alimento que Dios les daba para mantenerlos saludables física, mental y moralmente. Ellos añoraban las ollas de carne, con la misma actitud que tienen numerosas personas en nuestros días. 6TPI 372.2

Muchos están sufriendo, y muchos van a la tumba, a causa de la complacencia del apetito descontrolado. Comen todo lo que agrada a su pervertido gusto, debilitando así los órganos digestivos y dañando su capacidad para asimilar los alimentos que sustentan la vida. Esto causa graves enfermedades, y en muchos casos el resultado es la muerte. El delicado organismo humano se desgasta mediante las prácticas destructivas de quienes deberían estar mejor informados. 6TPI 372.3

Las iglesias deberían mantenerse firmes y fieles a la luz que Dios ha dado. Cada miembro debería actuar de una manera inteligente con el fin de desterrar de su vida toda práctica que se relacione con el apetito pervertido. 6TPI 373.1