Testimonios para la Iglesia, Tomo 6

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La iglesia y la reforma pro salud

Hay un mensaje respecto a la reforma pro salud que debe predicarse en todas las iglesias, y una obra que realizar en cada escuela. La educación de los menores no se debe confiar al director ni a los maestros hasta que demuestren que poseen un conocimiento práctico del tema. Algunos se han sentido con derecho de criticar, de poner en duda e impugnar los principios de la reforma pro salud, acerca de los cuales conocen muy poco en la práctica. Esas personas debieran estar hombro a hombro, y colaborar sinceramente con los que trabajan en forma debida. 6TPI 370.2

El tema de la reforma pro salud se ha presentado en las iglesias; sin embargo, éstas no han recibido la luz con entusiasmo. Los excesos egoístas y destructores de la salud de hombres y mujeres, han contrarrestado la influencia del mensaje que tiene el propósito de prepararlos para el gran día de Dios. Si las iglesias esperan tener poder, deberán vivir de acuerdo con la verdad que Dios les ha dado. Si los miembros desatienden la luz recibida cosecharán inevitablemente el resultado del deterioro espiritual y físico. Y la influencia de los miembros más antiguos obrará como levadura entre los más nuevos en la fe y contribuirá a su transformación. El Señor no actúa hoy para atraer más gente a la verdad a causa de los miembros de iglesia que nunca se convirtieron, y de los que se apartaron de la verdad. ¿Qué influencia ejercerían esos miembros no consagrados sobre los nuevos conversos? ¿No anularían el mensaje dado por Dios, que su pueblo debe apoyar? 6TPI 370.3

Que cada uno examine sus hábitos para determinar si no adolece de prácticas claramente perjudiciales. Deben abandonar todo exceso malsano en el comer y el beber. Algunos viajan a países lejanos en busca de un clima que mejore su salud; sin embargo, dondequiera que estén, su estómago les ocasionará molestias constantes. Se provocan sufrimientos que luego nadie puede aliviar. Deben armonizar sus hábitos diarios con las leyes de la naturaleza; y al actuar, además de creer, podrán rodear tanto sus cuerpos como sus espíritus de un ambiente que será un sabor de vida para vida. 6TPI 371.1

Hermanos, hemos quedado muy atrás. La iglesia no está haciendo muchas de las cosas que debiera realizar para convertirse en una iglesia resplandeciente y activa. Mediante la complacencia del apetito mal dirigido, muchos deterioran su salud hasta el punto en que se origina una lucha constante contra los intereses supremos del espíritu. La verdad no se acepta aunque se presenta en forma clara. Deseo exponer claramente este asunto ante los miembros de nuestras iglesias. Debemos formar hábitos que estén en conformidad con la voluntad de Dios. Se nos asegura que “es Dios quien obra en vosotros”; sin embargo, la gente debe hacer su parte para controlar el apetito y las pasiones. La vida religiosa requiere la interacción de la mente y el corazón en armonía con el poder divino. Nadie puede por sí mismo lograr su propia salvación, y Dios tampoco puede obrar en favor de alguien sin que dicha persona coopere. Sin embargo, cuando el hombre trabaja con dedicación, Dios obra con él y le concede poder para que llegue a ser hijo de Dios. 6TPI 371.2

Hay personas que cuando se les habla del tema de la salud, suelen decir: “Conocemos mucho más de lo que practicamos”. No se dan cuenta que son responsables por cada rayo de luz que les llega respecto a su bienestar físico, y que cada hábito está sujeto al escrutinio de Dios. La vida física no se debe tratar casualmente. Cada órgano y cada fibra de nuestro ser deben ser cuidadosamente resguardados de toda práctica dañina. 6TPI 372.1