Notas biográficas de Elena G. de White

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Un llamamiento a los que llevan cargas

En tanto que Dios nos ha dado una obra que hacer para presentar nuestro testimonio al pueblo por la pluma y de viva voz, otros deben disponerse a llevar cargas en relación con la causa. No deben desanimarse, sino que deben tratar de aprender mediante cada aparente fracaso cómo hacer un éxito del próximo esfuerzo. Y si están relacionados con la Fuente, seguramente tendrán éxito. NBEW 270.2

Dios está colocando cargas sobre hombros de menos experiencia. El los está capacitando para llevar cargas, para aventurarse en la obra y para correr riesgos. NBEW 270.3

Todos los que ocupan puestos de responsabilidad deben darse cuenta de que primero deben tener un poder con Dios, a fin de que puedan tener poder con los hombres. Los que idean y ejecutan planes para nuestras instituciones deben relacionarse con el cielo si quieren tener sabiduría, previsión, discernimiento y aguda percepción. El Señor muchas veces es dejado completamente fuera de la cuenta cuando en realidad todo depende de su bendición. Dios escucha los llamados de sus obreros abnegados que trabajan para hacer progresar su causa y hasta ha condescendido en hablar cara a cara con débiles mortales. NBEW 270.4

Las estrechas relaciones que Moisés tuvo con Dios, y la gloriosa manifestación que le fue dada, hizo que su rostro brillara en forma tan resplandeciente con el lustre celestial que el pueblo de Israel no podía mirarlo en la cara. Parecía un ángel brillante del cielo. Esta experiencia personal del conocimiento de Dios era de más valor para él como hombre que llevaba responsabilidades, y como dirigente, que toda su educación anterior y que la ciencia y el conocimiento de los egipcios. El intelecto más brillante, el estudio más fervoroso, la más alta elocuencia, nunca podrán sustituir la sabiduría y el poder de Dios en aquellos que llevan responsabilidades en relación con su causa. Nada puede ocupar el lugar de la gracia de Cristo y del conocimiento de la voluntad de Dios. NBEW 271.1

Dios ha hecho toda provisión para que el hombre tenga la ayuda que solamente él puede dar. Si el hombre permite que su trabajo lo apremie, empuje y confunda, de manera que no tenga tiempo para el pensamiento devocional o para la oración, cometerá errores. Si Cristo no levanta el estandarte contra Satanás, el enemigo vencerá a los que están empeñados en la obra importante para este tiempo. NBEW 271.2

Es el privilegio de cada uno de los que están relacionados con nuestras instituciones denominacionales vincularse en estrecha relación con Dios; y si dejan de hacerlo, son incompetentes para la obra que se les ha confiado. La provisión que se ha hecho en favor de todos nosotros, por medio de Cristo, es un sacrificio pleno y perfecto: una ofrenda inmaculada. Su sangre puede limpiar la mancha más sucia. Si él hubiera sido solamente un hombre, nuestra falta de fe y obediencia sería excusable. Pero él vino a salvar lo que se había perdido. Nosotros no estaremos calificados para la gran tarea para este tiempo, a menos que trabajemos en Dios, y que nuestras oraciones, fervientes y sinceras, estén continuamente ascendiendo al trono de la gracia. NBEW 271.3

Dios está capacitando a hombres para llevar cargas, hacer planes y ejecutarlos, y mi esposo no debe interceptar su camino. El no puede abarcar toda la causa de Dios con sus brazos; es demasiado amplia. Se necesitan muchas cabezas y muchas manos para planear y trabajar sin reservas. Por falta de experiencia, se harán errores; pero si los obreros se unen con Dios, él les dará aumento de sabiduría. Nunca, desde la creación, han estado en juego intereses tan importantes como los que ahora dependen de la acción de hombres que creen en el último mensaje de amonestación al mundo y lo están dando a conocer. NBEW 272.1