Notas biográficas de Elena G. de White

180/288

Tiempos de prueba

Cuando llegó la aflicción en la vida de mi esposo, otros hombres fueron elegidos para ocupar su lugar. Ellos comenzaron con un buen propósito, pero nunca habían aprendido la lección de la abnegación. Si hubieran sentido la necesidad de agonizar con fervor delante de Dios diariamente, y de arrojar sus almas en la obra con abnegación no dependiendo del yo sino de la sabiduría de Dios, habrían mostrado que sus obras eran realizadas en Dios. Si cuando ellos no satisficieron la mente del Espíritu de Dios, hubieran escuchado los reproches y consejos dados, habrían sido salvados del pecado. NBEW 269.2

Un hombre que es honesto delante de Dios tratará con justicia a sus semejantes, ora sea que esto favorezca sus propios intereses personales o no. Los actos exteriores son un reflejo claro de los principios interiores. Muchos a quienes Dios llamó a su obra han sido probados; y muchos otros hay a quienes Dios está probando actualmente. NBEW 269.3

Después que Dios nos hubo probado en el horno de aflicción, él levantó a mi esposo y le dio mayor claridad de mente y poder de intelecto para planear y ejecutar que los que había tenido antes de su aflicción. Cuando mi esposo sentía su propia debilidad y avanzaba en el temor de Dios, el Señor era su fortaleza. Pronto en la palabra y en la acción, él ha impulsado las reformas en momentos en que, de no hacerlo, el pueblo habría languidecido. El ha hecho donativos muy generosos, temiendo que sus medios resultaran una trampa para él. NBEW 270.1