Notas biográficas de Elena G. de White

169/288

Reuniones de un interés especial

Mi visita a Oregon fue de un interés especial. Aquí me encontré, después de una separación de cuatro años, con mis queridos amigos el Hno. y la Hna. Van Horn, a quien reconocemos como nuestros hijos. En cierta forma yo estaba sorprendida y muy alegre de encontrar la causa de Dios en una condición tan próspera en Oregon. NBEW 254.1

El martes 18 de junio, por la noche, me reuní con un buen número de observadores del sábado de ese Estado. Di mi testimonio por Jesús, y expresé mi gratitud por el dulce privilegio que él nos concede de confiar en su amor, y de reclamar su poder para que se una con nuestros esfuerzos para salvar a los pecadores de su condición perdida. Si queremos ver prosperar la obra de Dios, debemos tener a Cristo morando en nosotros; en suma, debemos obrar las obras de Cristo. A dondequiera que dirijamos la mirada, aparece la blanca cosecha; pero los obreros son pocos. Sentí mi corazón lleno de la paz de Dios, y de un profundo amor hacia su querido pueblo con quien estaba adorando por primera vez. NBEW 254.2

El domingo 23 de junio hablé en la iglesia metodista de Salem sobre el tema de la temperancia. El próximo martes de noche hablé de nuevo en esta iglesia. Se me extendieron muchas invitaciones para hablar acerca de la temperancia en varias ciudades y pueblos de Oregon, pero el estado de mi salud me impidió cumplir con estos pedidos. NBEW 254.3

Llegamos al congreso campestre con un sentimiento del más profundo interés. El Señor me dio fuerza y gracia al presentarme delante del pueblo. Al echar una mirada al auditorio inteligente, mi corazón se quebrantó delante de Dios. Este era el primer congreso campestre realizado por nuestro pueblo en el Estado. Traté de presentar ante los hermanos la gratitud que debemos sentir por la tierna misericordia y el gran amor de Dios. Su bondad y su gloria impresionaban mi mente de una manera especial. NBEW 255.1

Me había sentido muy ansiosa acerca de mi esposo, debido a su salud pobre. Mientras hablaba, mi mente concibió en forma vívida una reunión en la iglesia de Battle Creek, en medio de la cual estaba mi esposo, con la suave luz del Señor que descansaba sobre él y a su alrededor. Su rostro mostraba señales de buena salud, y aparentemente estaba muy feliz. NBEW 255.2

Me sentí abrumada con el sentimiento de la incomparable misericordia de Dios, y de la obra que él estaba haciendo, no solamente en Oregon, y en California y Míchigan, donde estaban establecidas nuestras importantes instituciones, sino también en los países extranjeros. Nunca podré presentar a otros el cuadro que impresionó vívidamente mi mente en esa oportunidad. Por un momento se presentó delante de mí la extensión de la obra, y perdí la noción de lo que me rodeaba. La ocasión y la gente a quien me dirigía desapareció de mi mente. La luz, la preciosa luz del cielo, estaba brillando con gran esplendor sobre esas instituciones empeñadas en la obra solemne y elevada de reflejar los rayos de luz que el cielo ha permitido que brillaran sobre ella. NBEW 255.3

Parecía que el Señor estaba muy cerca de mí a través de todo este congreso. Cuando terminó, estaba excesivamente cansada, pero libre en el Señor. Fue una época de trabajo productivo, y el continuar su lucha en favor de la verdad fortaleció a la iglesia. NBEW 255.4

El domingo que siguió al congreso campestre hablé por la tarde en la plaza pública sobre la sencillez de la religión del Evangelio. NBEW 256.1