Mensajes Selectos Tomo 2

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17—Unidad y devoción*

El señor ha ordenado que su obra se desarrolle siguiendo lineamientos misioneros con el propósito de que se consiga extender el conocimiento de la verdad para estos últimos días. Un engaño se ha obrado ciertamente en los que deberían haber estado bien despiertos para ver la grandiosa obra que debe realizar el pueblo que lleva la señal de Dios como se representa en. Éxodo 31:12-18. 2MS 180.1

El Señor necesita mayordomos fieles para que midan los campos que han de trabajarse, y que luego utilicen sabiamente sus medios para hacer progresar la obra en esos campos. Dios tiene un pueblo y un ministerio que deben colaborar con él... 2MS 180.2

El Señor trabajará por los miembros de su pueblo si éstos quieren dejarse conducir por el Espíritu Santo y si no piensan que ellos deben guiar al Espíritu. “Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?” Deuteronomio 10:12, 13... 2MS 180.3

Los ministros de Dios tienen una obra sumamente solemne y sagrada que realizar en este mundo. El fin está cerca. El mensaje de la verdad debe ser proclamado. Como fieles mayordomos de la grey, los siervos de Dios han de dar un testimonio claro y definido. La verdad no debe ser viciada. La gracia divina nunca aparta a nadie de la misericordia y el amor de Dios. Es el poder de Satanás el que hace esto. Cuando Cristo predicaba, su mensaje era como una aguda espada de dos filos, que penetraba en la conciencia de los hombres y revelaba sus pensamientos más íntimos. La obra que hizo Cristo también ha de ser realizada por sus fieles mensajeros. Deben predicar la Palabra con sencillez, pureza y absoluta integridad. Los que trabajan mediante la Palabra o la doctrina deben ser fieles a su cometido. Deben velar por las almas como quienes tendrán que rendir cuentas. Jamás deberían revestir un “Así dice Jehová” con engañosas palabras de humana sabiduría. Así es como destruyen su energía viviente, así es como lo debilitan y lo tornan ineficaz, a tal punto que no logra convencer de pecado. Cada palabra pronunciada bajo la dirección del Espíritu Santo estará llena de un profundo afán por la salvación de las almas. 2MS 180.4

La aceptación del ministro por parte de Dios no depende de manifestaciones externas, sino del fiel cumplimiento del deber. El camino que conducía a Cristo hacia la exaltación pasaba por la más profunda humillación. Los que participan con Cristo en sus sufrimientos, que siguen alegremente en pos de sus pisadas, participarán con él en su gloria. 2MS 181.1

El enemigo se ha esforzado continuamente por introducir en la iglesia a personas que dan su asentimiento a una buena parte de lo que constituye la verdad, pero que no están convertidas. Los cristianos profesos que obran con falsedad en relación con sus creencias son canales mediante los que Satanás trabaja. El puede utilizar a los miembros de iglesia que no están convertidos para promover sus propias ideas y retardar la obra de Dios. Su influencia siempre tiende hacia el mal. Colocan la crítica y las dudas como piedras de tropiezo en el camino de la reforma. Introducen la incredulidad porque han cerrado sus ojos a la justicia de Cristo y no tienen la gloria de Dios como su retaguardia. 2MS 181.2

La unidad constituye la fortaleza de la iglesia. Satanás lo sabe y emplea toda su fuerza para introducir disensiones. Desea ver una falta de armonía entre los miembros de la iglesia de Dios. Debería prestarse una mayor atención al tema de la unidad. ¿Cuál es el remedio para curar la lepra de las dificultades y las disensiones? La obediencia a los mandamientos de Dios. 2MS 182.1

Dios me ha estado enseñando que no debemos ocuparnos con insistencia de las diferencias que debilitan la iglesia. Prescribe un remedio para las contiendas. Mediante la santificación del sábado debemos demostrar que somos su pueblo. Su Palabra declara que el sábado ha de ser la señal que distinguirá al pueblo que guarda los mandamientos. De este modo el pueblo ha de mantener un conocimiento de Aquel que es su Creador. Los que guardan la ley de Dios serán uno con él en la gran controversia comenzada en el cielo entre Satanás y Dios. La deslealtad hacia Dios significa contención y lucha contra los principios de su ley. 2MS 182.2

Todo lo que se relaciona con la causa de Dios es sagrado y así debe considerarlo su pueblo. Los consejos que hacen referencia a la causa de Dios son sagrados. Cristo dio su vida para llevar al arrepentimiento a un mundo pecador. Los que están imbuidos por el Espíritu que moró en Cristo trabajarán como mayordomos de Dios en el cuidado de su viña. No solamente trabajarán en lugares que ellos elijan. Deben ser mayordomos sabios y obreros fieles, y tener como su blanco más elevado el cumplimiento de la comisión que Cristo les ha dado. Poco antes de su ascensión, el Salvador dijo a sus discípulos que comenzaran a trabajar en Jerusalén y que desde allí fueran a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos; y luego añadió: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Mateo 28:20; (Manuscrito 14, 1901). 2MS 182.3