Mensajes Selectos Tomo 2

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Un mensaje para J. M. Garmire

Satanás ha dispuesto las cosas de tal modo que Ud. sea entrampado. El fanatismo, el engaño y el error lo mantienen cautivo. Ud. ha hablado de sus ideas a su familia, ha interpretado mal la Escritura y distorsionado la Palabra de Dios, y así ha hecho creer a los suyos que los conceptos sostenidos y defendidos por nuestro pueblo no son correctos. Sus interpretaciones de la Escritura no están en armonía con la posición adoptada por los adventistas del séptimo día... 2MS 83.4

El molde que Ud. ha impreso en las mentes de sus hijos es un reflejo de los errores que han corrompido su propia mente. Ud. los ha educado para que vean manchas y arrugas en otras personas, y que las critiquen. Mediante sus palabras y su ejemplo establecido al hablar contra sus hermanos y buscar sus errores, Ud. ha puesto en movimiento una cadena de circunstancias, la cual, por su propio poder, combinado con los instrumentos satánicos, ha dado como resultado las visiones de su hija. Toda esta crítica y esta acusación de sus hermanos es satánica... 2MS 83.5

Las credenciales divinas

La mucha fe que Ud. manifiesta en los testimonios, y el lugar prominente donde los coloca, no es de ayuda para mí ni para mi obra, porque Ud. coloca las visiones falsas de su hija en el mismo nivel que las que el Señor me ha dado, y así rebaja la santidad y el carácter exaltado de la obra que Dios me ha encomendado. 2MS 84.1

El Señor me ha mostrado claramente que lo que Ud. considera comunicaciones de Dios dadas a Ud. y a otros mediante su hija Ana, no procede de él. No lleva las credenciales divinas. Es otro espíritu el que controla a la niña. Es el enemigo el que trabaja en ella. Tales manifestaciones serán más y más comunes en estos últimos días. No conducen a la unidad, a toda la verdad, sino que alejan de la verdad. 2MS 84.2

Una evidencia definida que poseemos, que indica que esas manifestaciones no son de Dios, consiste en que están de acuerdo con sus propios conceptos, los que sabemos que son erróneos. Las cosas que ella ve en visión no están respaldadas por la Palabra de Dios, sino que son contrarias a ella. Satanás está trabajando constantemente para infundirle su propio espíritu, a fin de que mediante ella, bajo un manto de justicia, él pueda introducir vulgaridad, herejías y contaminación. Como Ud. considera que sus pronunciamientos son de Dios, su fe en los testimonios verdaderos carece de valor, y así Satanás espera alejarlo a Ud. y a todos los que tengan confianza en sus ideas, de los instrumentos que Dios ha establecido, para que quede indefenso y crea la mentira. La Escritura habla de aquellos que están engañando y siendo engañados. Este es su caso. Ud. engaña a su hija; ella lo engaña a Ud.: el ciego guía al ciego. El enemigo trata de cumplir sus propósitos utilizando diversos medios, según convenga mejor a las circunstancias y las situaciones de aquellos que él considera que puede seducir mediante la tentación. 2MS 84.3

Le digo claramente que los mensajes de su hija Ana no proceden de Dios. El Señor me ha mostrado esto, y él no miente. Ella puede decir muchas cosas buenas, y gran parte de lo que diga puede ser verdad, pero así también hace el enemigo de las almas. La impostura puede parecerse a la verdad en muchos aspectos. El fruto que se lleva es lo que da evidencia del carácter... 2MS 85.1

La historia se repite

En la obra a la que mi esposo y yo fuimos llamados por disposición de Dios, aun desde el mismo comienzo en 1843 y 1844, el Señor ha dispuesto las cosas y hecho planes para nosotros, y ha llevado a cabo sus planes mediante sus instrumentos vivientes. Las sendas falsas nos han sido señaladas con tanta frecuencia, y los caminos verdaderos y seguros han sido definidos tan claramente en todas las empresas relacionadas con la obra que se nos ha confiado, que puedo decir con certeza que no ignoro los artificios de Satanás, ni tampoco los caminos y las obras de Dios. Hemos tenido que imponer intenso ejercicio a las facultades de la mente, y hemos debido confiar en la sabiduría procedente de Dios en la dirección de nuestras investigaciones, cuando hemos tenido que repasar las diferentes teorías que se nos han presentado, y hemos tenido que justipreciar sus méritos y sus defectos a la luz brillante de la Palabra de Dios y de las cosas que Dios me ha revelado por medio de su Palabra y de los testimonios, para no ser engañados ni engañar a otros. Sometimos nuestra voluntad y métodos a Dios, e imploramos fervorosamente pidiendo su ayuda; y nunca buscamos en vano. Muchos años de laboriosa experiencia en relación con la obra de Dios me han familiarizado con toda clase de movimientos espurios. Muchas veces el siguiente mensaje me ha enviado a diferentes lugares: “Tengo una obra que tú debes hacer en ese lugar; yo estaré contigo”. Cuando llegó el momento debido, el Señor me dio un mensaje para quienes tenían sueños y visiones falsos, y yo, mediante la fortaleza de Cristo, di mi testimonio como el Señor me había indicado. Lanzaron contra mí las más terribles acusaciones, afirmando que venían de Dios, porque yo me estaba oponiendo a su obra. Dijeron que me sobrevendrían tremendas calamidades, tal, como ha profetizado su hija Ana; pero yo he seguido adelante perfectamente consciente de la protección de los ángeles celestiales. Durante los 45 años pasados, he tenido que hacer frente a las pretensiones de quienes afirmaban haber recibido de parte de Dios mensajes de reproche destinados a otros. Esta fase del fanatismo religioso ha surgido una vez tras otra desde 1844. Satanás ha trabajado en muchas formas para afirmar el error. Algunas de las cosas anticipadas en esas visiones se cumplieron; pero muchas otras—concernientes al tiempo de la venida de Cristo, al fin del tiempo de gracia y a los acontecimientos que debían ocurrir—resultaron completamente falsas, tal como ha ocurrido con sus profecías y con las de Ana. Sin embargo han procurado excusar los errores deformando sus declaraciones y dándoles otro significado, y así han seguido engañando y siendo engañados. 2MS 85.2

Cuando el Espíritu del Señor obró sobre mí por primera vez, se me indicó que se me relacionaría con aquellos que pretendían ver visiones, pero que el Señor no permitiría que yo fuese engañada. Mi obra consistiría en poner al descubierto esa falsedad, y en reprobarla en nombre del Señor. A medida que se aproximara el fin, vería más de estas manifestaciones. 2MS 86.1

“No los he enviado”

Diferentes personas me han escrito refiriéndome sus visiones y diciendo que Dios se las había enviado; pero el Señor Jesús me ha dicho: “No les creas porque yo no los he enviado”. Algunos me escriben para decirme que Dios les ha revelado que la Hna. White está equivocada, que está influida por los dirigentes para que crea algunas cosas que no son verdaderas, y para que rechace otras cosas que son verdaderas. Pero nuevamente he recibido esta instrucción: “No les prestes atención; yo no he hablado por ellos, ni les he dado ninguna instrucción ni mensaje. Han urdido palabras mentirosas por sugestión de Satanás”. 2MS 86.2

Algunos han acudido a mí pretendiendo ser Cristo, y aparentemente han realizado milagros. Han dicho que el Señor me ha guiado en muchas cosas, pero que el sábado no constituía una piedra de toque; que la ley de Dios no era obligatoria para los hombres; que todo lo que debíamos hacer era aceptar a Cristo, y que ellos mismos eran Cristo. He tenido experiencia con todas estas pretensiones jactanciosas, y no tengo fe en ellas. “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”. Isaías 8:20. 2MS 87.1

En cierto lugar, cuatro miembros de una misma familia pretendían tener revelaciones del Señor, reprobaban el mal y predecían cosas que realmente ocurrieron. Esto inspiró confianza en ellos. Pero las cosas que no se cumplieron eran mantenidas en la oscuridad, o bien eran tratadas como algo misterioso que se comprendería posteriormente. ¿De dónde recibían éstos su inspiración? De los instrumentos satánicos, que son muchos. El Señor me indicó que hiciese frente a estas cosas, y que diera un testimonio definido contra ellas... 2MS 87.2

He visto caer en visión a muchas personas; pero cuando reproché al espíritu que las controlaba, inmediatamente salieron del trance, y experimentaron gran angustia mental. 2MS 87.3

Asuntos vulgares, comunes y terrenos

Experiencias como éstas llegaron a ser muy frecuentes. Varios miembros de una misma familia eran afectados por esta clase de engaño... Daban mensajes a diferentes miembros de la iglesia, y decían a una pobre alma temblorosa: “Eres orgulloso”. Decían a otro: “Eres incrédulo, y te perderás”. En estos casos, el Señor me instruyó para que pronunciara palabras de consuelo y ánimo. Di mi testimonio a los que eran engañados, independientemente de si lo aceptaban o lo rechazaban. Sus visiones constituían la obra de Satanás. Las cosas reveladas con frecuencia eran asuntos vulgares y comunes; tales como, quién prepararía el desayuno a la mañana siguiente, quién prepararía el almuerzo, quién lavaría los platos. Mezcladas con estas cosas intrascendentes había verdades sagradas que habían encontrado en la Biblia y en los testimonios. La mano de Satanás estaba en todo esto a fin de inspirar repugnancia en la gente, y de hacer que rechazase todo lo que se relacionara con las visiones. Así rechazarían lo falso juntamente con lo verdadero. Y aun los que estuvieran atrapados en el engaño, cuando se cansaran de ello, estarían inclinados a dudar de todas las visiones. 2MS 87.4

Después de tener una reunión muy solemne con estas personas engañadas, confesaron que habían procurado imitar lo más perfectamente posible las actitudes de la Hna. White. Todo constituía una farsa y un engaño. Sin embargo, muchas cosas que habían anunciado se cumplieron como lo habían predicho. 2MS 88.1

Me preguntaron cómo podía ser esto si todas las visiones eran falsas. Les dije que Satanás tenía el propósito de mezclar la verdad con el error, a fin de tornar ineficaz por este método la obra genuina de Dios. A partir de entonces cesaron sus muchas visiones. ¿Qué ocurrió con quienes tenían las visiones, y con quienes las estimulaban? Varios que viven aún son escépticos, no tienen fe en los dones de la iglesia, ni fe en la verdad, ni ninguna religión. Se me mostró que tal era el resultado seguro de las visiones espurias. 2MS 88.2

Las manifestaciones de su hija constituyen un engaño similar. Y el aliento que Ud. le da para que persista en esas cosas, provocará su ruina y la ruina de otros, a menos que algo destruya el engaño. Ud. llamó una maravillosa luz de Dios a estas visiones falsas y sueños sin significado, pero son como la paja del trigo. Este es un asunto serio. Ejercerá una influencia definida sobre su familia. Mientras Ud. considere que las palabras de su hija son pronunciadas bajo la influencia del Espíritu de Dios, para Ud. valdrán tanto como si fueran verdaderas. Ud. está sometido a un poderoso engaño de Satanás. Ud. pretenderá darles crédito, y de ese modo será desarraigada su confianza en el mensaje verdadero y genuino de Dios. Y así acontecerá con todos los que crean tal como Ud. Esta es la razón por la que Satanás está procurando tan decididamente introducir lo espurio: para apartar de la verdad. 2MS 88.3

El último engaño de Satanás consistirá en convertir el testimonio del Espíritu de Dios en algo ineficaz. “Sin profecía el pueblo se desenfrena”. Proverbios 29:18. Satanás trabajará ingeniosamente, con métodos distintos e instrumentos diferentes, para desarraigar la confianza del pueblo remanente de Dios en el testimonio verdadero. Introducirá visiones engañosas para descarriar, mezclará lo falso con lo verdadero, y con esto fastidiará de tal modo a la gente que ésta tildará de fanático todo aquello que tenga que ver con las visiones; pero las almas sinceras, al establecer un contraste entre lo falso y lo verdadero, estarán capacitadas para distinguir entre estos términos... 2MS 89.1

Cuidado con lo que oís

¡Oh, cuán engañoso es el corazón humano! ¡Con cuánta facilidad armoniza con aquello que es malo! No hay nada más perjudicial para los intereses del alma, para su pureza, para su verdadera y santa concepción de Dios y de las cosas eternas y sagradas, que escuchar y exaltar constantemente aquello que no es de Dios. Esto envenena el corazón y degrada el entendimiento. La verdad pura puede seguirse hasta su Fuente Divina, al prestar atención a su influencia elevadora, refinadora y santificadora sobre el carácter del que la recibe. El Autor de toda verdad oró a su Padre: “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”. Juan 17:20, 21. Constantemente surgirán situaciones que tenderán a provocar desunión y alejamiento de la verdad. Esta actitud de cuestionar, criticar, denunciar y juzgar a otros, no es una evidencia de que la gracia de Cristo mora en el corazón. No produce unidad. Tal obra ha sido llevada a cabo en el pasado por personas que pretendían poseer una luz maravillosa, cuando en realidad estaban profundamente hundidas en el pecado. La herejía, la falta de honradez y la falsedad estaban unidas en ellas. 2MS 89.2

El tiempo presente es sumamente peligroso para el pueblo de Dios. Dios está guiando a un pueblo, y no a un individuo aquí y otro allí. Tiene en el mundo una iglesia que permanece en la verdad; y cuando vemos, no solamente hombres, sino también jovencitas que profieren exclamaciones contra la iglesia, sentimos temor de ellos. Sabemos que Dios no los ha enviado, y sin embargo corren, y a todos los que no aceptan sus ideas excéntricas los denuncian como opositores al Espíritu de Dios. Todas estas cosas están de acuerdo con los métodos de Satanás, pero la obra de Dios avanzará a pesar de que de vez en cuando surjan quienes trabajen directamente contra la oración de Cristo. La obra avanzará y los dejará muy atrás con sus invenciones Satánicas... 2MS 90.1

“Mirad, pues, cómo oís” (Lucas 8:18), es la amonestación de Cristo. Debemos escuchar si queremos aprender la verdad a fin de poder andar en ella. Y de nuevo se nos dice: “Mirad lo que oís”. Marcos 4:24. “Examinadlo todo” (1 Tesalonicenses 5:21); “no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”. 1 Juan 4:1. Este es el consejo de Dios; ¿le prestaremos atención?—Carta 12, 1890. 2MS 90.2