Mensajes Selectos Tomo 2

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Consejo dado a una mujer joven que pensaba casarse con un divorciado

[En este caso, el Hno. L había abandonado a su esposa y a su familia, y se había ido a un país distante, dejando que el padre de su esposa atendiera las necesidades de ella y de sus hijos. Su esposa, a su debido tiempo, pidió el divorcio presentando como razón el abandono del hogar por parte de su marido. Antes de que el divorcio fuese concedido, él comenzó a cortejar a la joven a quien se dirige este mensaje.—Los compiladores.] 2MS 391.3

El cónyuge culpable no tiene derecho de volver a casarse

Considerando su caso en relación con L, no tengo otro consejo que darle fuera del que ya le he dado. Considero que Ud. no tiene derecho moral de casarse con L, y que él no tiene derecho moral de casarse con Ud. Abandonó a su esposa después de someterla a grandes padecimientos. Abandonó a la persona a quien había prometido delante de Dios amar y alimentar mientras ambos viviesen. Antes de que ella obtuviese su divorcio, cuando aún era legalmente su esposa, él la abandonó durante tres años, y finalmente la dejó del todo, y le manifestó su amor a Ud. Ud. ha estado en tratativas con un hombre casado mientras él estaba legalmente unido a la mujer con quien se casó, y con quien ha tenido dos hijos. 2MS 391.4

No veo ni una partícula de indulgencia en la Escritura aplicable a vosotros dos para alentaros a contraer matrimonio, aunque la esposa de él esté divorciada. Con referencia a las provocaciones a que él ha sometido a su esposa, ha sido principalmente la conducta de él la que ha producido este resultado, y por lo tanto yo también considero que él no tiene derecho legal de unir sus intereses con los suyos, o que Ud. tenga derecho de unir sus intereses con los de él... 2MS 392.1

Estoy asombrada debido a que Ud. haya podido dedicar atención a tal asunto, y dirigir sus afectos a un hombre casado que ha dejado a su mujer y a sus hijos en tales circunstancias. Le aconsejo que someta sus pensamientos y sus planes concernientes a este asunto a la consideración de nuestros hermanos responsables, a fin de recibir consejo, y para que ellos le muestren mediante la ley de Dios el error en que ha caído. Vosotros dos habéis quebrantado la ley aun al pensar en que podíais uniros en matrimonio. Deberíais haber rechazado ese pensamiento cuando se insinuó por primera vez.—Carta 14, 1895. 2MS 392.2