Mensajes Selectos Tomo 2

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Un caso en que no se ganaría nada con abandonar a la actual esposa

[Consejo dado en vista del esfuerzo de un padre por romper un matrimonio de larga duración de su hijo con su segunda esposa debido a que muchos años antes, sin fundamento bíblico, se había divorciado de su primera esposa para posibilitar legalmente el segundo casamiento.—Los compiladores.]

Acabo de leer su carta concerniente a M. Considero este asunto tal como Ud. lo ve, y pienso que la actitud del padre de M es cruel y malvada... Yo diría que su caso [el de M] no puede mejorarse abandonando a la esposa actual. No se remediaría en nada este caso si él volviera junto a la primera mujer. 2MS 392.3

Considero que el caso del padre es extraño, y que a él no le agradará enfrentarse con el registro de sus actos en el día de Dios. Necesita arrepentirse delante de Dios de su actitud y de sus obras. Lo mejor que puede hacer es dejar de causar problemas... Que el padre y el hermano lleven a cabo obras diligentes. Ambos necesitan el poder transformador de Dios. Que el Señor ayude a esas pobres almas a quitar las manchas y las arrugas de sus propios caracteres, y que se arrepientan de sus males, y que dejen a M con el Señor. 2MS 393.1

Siento mucha pena por ese hombre, porque su conducta se ha complicado en tal forma que no vale la pena mezclarse en ella, debido a que las dificultades se han amontonado unas sobre otras. Yo diría que el Señor comprende la situación, y que si M lo busca de todo corazón será contado con los que le pertenecen. Si hace lo mejor de su parte, Dios lo perdonará y lo recibirá. 2MS 393.2

De cuánto valor es saber que tenemos a Uno que conoce y comprende cada caso, y que ayudará a los que están más desvalidos. Pero el reproche de Dios alcanza al padre y al hermano que están dispuestos a llevar a la destrucción y a la perdición a uno que ante la vista de Dios no está en mayor condenación que ellos mismos; y a pesar de eso, ellos quieren emplear su poder de convicción para descorazonar, desanimar y llevar a M hasta la desesperación. 2MS 393.3

M debe esperar en Dios y hacer lo mejor que pueda para servirle con toda humildad de mente, y echar su alma desvalida sobre el gran Portador de los pecados. No he escrito ni una palabra al padre o al hijo. Haría de buena gana todo lo que pudiera para ayudar al pobre M a corregir las cosas, pero esto no se puede hacer en la situación actual, sin que alguien salga perjudicado.—Carta 175, 1901. 2MS 393.4

Todo miembro de la familia humana que se entregue a Cristo, todo el que escuche la verdad y la obedezca, llega a ser miembro de una misma familia. El ignorante y el sabio, el rico y el pobre, el pagano y el esclavo, el blanco y el negro: Jesús pagó el precio por el alma de todos ellos. Si creen en él, su sangre purificadora se aplica a ellos. El nombre del negro es escrito en el libro de la vida junto al nombre del blanco. Todos son uno en Cristo. El origen, la posición social, la nacionalidad o el color no pueden elevar o degradar a los hombres. El carácter es el que hace al hombre. Si un piel roja, un chino o un africano dan su corazón a Dios, en obediencia y fe, Jesús no lo ama menos debido a su color. Lo llama su hermano amado (Manuscrito 6, 1891). 2MS 394.1