Mensajes Selectos Tomo 2

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Todos deberían saber que hacer por sí mismos

Su pregunta es: ... “En casos urgentes ¿deberíamos llamar a un médico mundano debido a que los médicos del hospital están tan ocupados que no disponen de tiempo para dedicar a los pacientes de afuera?”... Si los médicos están tan ocupados que no pueden tratar a los enfermos fuera de la institución, sería más conveniente que todos se educasen en el uso de remedios sencillos, que arriesgarse a emplear drogas que se expenden con nombres muy largos para ocultar sus verdaderas cualidades. Nadie necesita ignorar los remedios de Dios: fomentos con agua caliente y compresas de agua caliente y fría. Es importante familiarizarse con el beneficio de una dieta en caso de enfermedad. Todos deberían saber qué hacer por sí mismos. Pueden llamar a alguien que entienda de enfermería, pero cada uno debería tener un conocimiento cabal de la morada en que vive. Todos deberían saber qué hacer en caso de enfermedad. 2MS 332.2

Si yo estuviera enferma, no estaría más dispuesta a llamar a un médico practicante de la medicina en general de lo que estaría a llamar a un abogado.* No tocaría sus remedios secretos, a los que dan nombres en latín. Estoy decidida a saber, en claro inglés, el nombre de cada cosa que introduzca en mi organismo. 2MS 332.3

Los que convierten la ingestión de drogas en una práctica, pecan contra su inteligencia y ponen en peligro toda su vida futura. Hay hierbas que son inofensivas, cuyo uso ayudará a superar muchas dificultades aparentemente serias. Pero si todos se preocupasen de tener un conocimiento aceptable de sus necesidades corporales, la enfermedad sería rara en vez de ser tan común. Una onza de prevención vale más que una libra de cura (Manuscrito 86, 1897 [Manuscrito General, “Los principios de la reforma pro salud”, escrito en Cooranbong, Australia]). 2MS 333.1