Mensajes Selectos Tomo 2

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Consejo a los que han envejecido en el servicio

Una advertencia al pastor S. N. Haskell

Mientras Ud. está ansioso de hacer todo lo que puede, recuerde, pastor Haskell, que únicamente por la gran misericordia y la gracia de Dios Ud. ha vivido todos estos años para dar su testimonio. No eche sobre sí las cargas que otros más jóvenes pueden llevar. 2MS 256.2

Ud. tiene el deber de ser cuidadoso en sus hábitos de vida. Debe obrar con sabiduría en el uso de sus fuerzas físicas, mentales y espirituales. Nosotros, los que hemos pasado por tantas y tan variadas experiencias, debemos hacer todo lo que sea posible para conservar nuestras fuerzas, a fin de trabajar por el Señor durante tanto tiempo como él lo permita para promover su obra. 2MS 257.1

La causa necesita la ayuda de las manos envejecidas, de los obreros de edad, que han tenido muchos años de experiencia en la causa de Dios; de quienes han visto a muchos convertirse en fanáticos, recibir con deleite las ilusiones de las teorías falsas, y resistir todos los esfuerzos realizados para hacer brillar la luz en las tinieblas a fin de exponer las supersticiones que se estaban introduciendo para confundir el jucio y tornar ineficaz el mensaje de la verdad que debe darse en este tiempo con toda pureza al pueblo remanente de Dios. 2MS 257.2

Muchos de los leales siervos de Dios han dormido en Jesús. Apreciamos enormemente la ayuda de los que aún permanecen con vida. Estimamos su testimonio. Lea el primer capítulo de la primera epístola de Juan, y luego alabe a Dios porque a pesar de sus muchos padecimientos, Ud. todavía puede dar testimonio para él... 2MS 257.3

Los pastores Smith y Loughborough

Podemos contar fácilmente a los que llevaron la carga al comienzo y que aún permanecen con vida [en 1902]. El pastor [Urías] Smith se relacionó con nosotros al comienzo de nuestras actividades editoriales. Trabajó con mi esposo. Espero ver siempre su nombre en la Review and Herald, a la cabeza de la lista de los redactores, porque así es como debería ser. Los que comenzaron la obra, los que lucharon valientemente en el calor de la batalla, no deben perder su posición ahora. Deben ser honrados por los que entraron en la obra después que otros ya habían soportado las privaciones más duras. 2MS 257.4

Siento mucha simpatía por el pastor Smith. Mi interés en la obra de las publicaciones está unido con el suyo. Vino a nosotros como un hombre joven, con talentos que lo capacitaban para ocupar el cargo de redactor. ¡Cuánto gozo experimento al leer sus artículos en la Review: tan excelentes, tan llenos de verdades espirituales! Doy gracias a Dios por ellos. Siento mucha simpatía por el pastor Smith, y creo que su nombre debería aparecer siempre en la Review, como el redactor principal. Dios quiere que así sea. Me sentí herida hace algunos años, cuando su nombre fue colocado en segundo lugar. Cuando volvió a ser puesto en primer lugar, lloré, y dije: “Gracias sean dadas a Dios”. Que siempre permanezca allí, como Dios lo desea, mientras el pastor Smith pueda sostener una pluma en la mano. Y cuando sus fuerzas flaqueen, que sus hijos escriban lo que él les dicte. 2MS 258.1

Estoy agradecida porque el pastor [J. N.] Loughborough todavía puede utilizar sus habilidades y sus dones en la obra de Dios. Ha permanecido fiel en medio de las tormentas y de las luchas. El puede decir, juntamente con el pastor Smith, con mi esposo, con el Hno. Butler, quien se unió con nosotros en un período posterior, y con Ud. mismo [S. N. Haskell]: “Lo que era desde el principio, ... lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo”. 1 Juan 1:1-3. 2MS 258.2

El pastor Butler es un obrero muy valioso

Con satisfacción y gratitud a Dios vemos que el pastor [G. I.] Butler nuevamente está en el servicio activo. Sus cabellos grises revelan que comprende lo que son las pruebas. Una vez más le damos la bienvenida a nuestras filas, y lo consideramos como uno de nuestros obreros más valiosos. 2MS 258.3

Quiera el Señor ayudar a los hermanos que han dado su testimonio en los primeros días de la proclamación del mensaje, para que actúen con sabiduría en la conservación de sus fuerzas físicas, mentales y espirituales. He sido instruida por el Señor para que le diga que él lo ha dotado a Ud. con la facultad de la razón, y que desea que comprenda las leyes que afectan la salud del cuerpo y que resuelva obedecerlas. Estas leyes son leyes de Dios. El desea que cada pionero permanezca en su lugar, y que haga su parte en la salvación de la gente para evitar que ésta sea arrastrada hacia la destrucción por la poderosa corriente del mal: por la decadencia física, mental y espiritual. Hermano mío, él desea que Ud. mantenga ceñida su armadura hasta el mismo fin del conflicto. No sea imprudente; no trabaje con exceso. Tómese períodos de descanso. 2MS 259.1

La iglesia militante no es la iglesia triunfante. El Señor desea que sus siervos fieles propicien la reforma pro salud durante tanto tiempo como vivan. Despliegue el estandarte de la temperancia. Enseñe a la gente a ser estrictamente temperante en todas las cosas; enseñe a los hermanos a ser campeones de la obediencia a las leyes físicas. Permanezca firmemente de parte de la verdad de Dios. Exalte delante de la gente la bandera con esta inscripción: “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. Apocalipsis 14:12... 2MS 259.2

Hay que respetar y honrar a los pioneros

Todavía viven unos pocos portaestandartes de los primeros tiempos. Deseo intensamente que nuestros hermanos y hermanas respeten y honren a estos pioneros. Los presentamos ante vosotros como hombres que saben en qué consisten las pruebas. Se me ha indicado que diga: Que cada creyente respete a los hombres que desempeñaron una parte prominente durante los primeros días de la predicación del mensaje, y que han soportado pruebas, dificultades y muchas privaciones. Estos hombres han encanecido en el servicio. No falta mucho tiempo para que reciban su recompensa... 2MS 259.3

El Señor desea que sus siervos que han encanecido defendiendo la verdad permanezcan firmes y leales, y que den su testimonio en favor de la ley. 2MS 260.1

Los siervos leales a Dios no deben ser puestos en lugares difíciles. Los que sirvieron a su Maestro cuando la obra pasaba por dificultades, los que soportaron pobrezas y permanecieron fieles en el amor a la verdad cuando nuestros miembros eran pocos, siempre han de ser honrados y respetados. Los que han entrado en la verdad en años posteriores deben prestar atención a estas palabras. Dios desea que todos obedezcan esta advertencia.—Carta 47, 1902. 2MS 260.2