Reina Valera 1989
Isaías 56
1 Así ha dicho Jehovah: “Guardad el derecho y practicad la justicia; porque mi salvación está próxima a venir, y mi justicia pronta a ser revelada.
2 Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que persevera en ello, que guarda el sábado no profanándolo y que guarda su mano de hacer el mal.”
3 El hijo del extranjero que se ha adherido a Jehovah no hable diciendo: “Sin duda, Jehovah me separará de su pueblo.” Tampoco diga el eunuco: “He aquí, yo soy un árbol seco.”
4 Porque así ha dicho Jehovah: “A los eunucos que guardan mis sábados, que escogen lo que yo quiero y que abrazan mi pacto,
5 yo les daré en mi casa y dentro de mis muros un memorial y un nombre mejor que el de hijos e hijas. Les daré un nombre eterno que nunca será borrado.
6 “A los hijos de los extranjeros que se han adherido a Jehovah para servirle y que aman el nombre de Jehovah para ser sus siervos, a todos los que guardan el sábado no profanándolo y que abrazan mi pacto,
7 a éstos yo los traeré al monte de mi santidad y les llenaré de alegría en mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar, pues mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.”
8 El Señor Jehovah, que reúne a los rechazados de Israel, dice: “Aun reuniré otros más con sus ya reunidos.”
9 ¡Todos los animales del campo, todos los animales del bosque, venid a comer!
10 Sus centinelas son ciegos; no conocen. Todos ellos son perros mudos que no pueden ladrar, videntes echados que aman el dormitar.
11 Son perros comilones e insaciables; son pastores que no saben entender. Todos ellos se apartan tras sus propios caminos, cada cual tras su propio provecho.
12 Dicen: “Venid; traeré vino, y nos embriagaremos con licor. El día de mañana será como éste, o aun mucho mejor.”