Reina Valera 1989
Isaías 57
1 El justo perece, y no hay quien lo tome a pecho. Los piadosos son eliminados, y nadie entiende que es a causa de la calamidad que el justo es eliminado.
2 El que anda en rectitud entrará en paz; llegarán a reposar sobre sus lechos.
3 ¡Pero acercaos acá vosotros, oh hijos de bruja, descendientes de adúltero y de prostituta!
4 ¿De quién os mofáis? ¿Contra quién abrís la boca y alargáis la lengua? ¿No sois vosotros hijos rebeldes y descendencia mentirosa?
5 Vosotros ardéis de lujuria entre los robles y debajo de todo árbol frondoso. Degolláis a vuestros hijos en los valles y debajo de las hendiduras de las peñas.
6 “Con las piedras lisas del valle está tu parte. ¡Ellas, ellas serán tu porción! A ellas derramas libación y ofreces oblación. ¿Habré de aplacarme ante estas cosas?
7 Sobre el monte alto y encumbrado pusiste tu cama. Allí también subiste a hacer sacrificio.
8 Tras la puerta y el poste pusiste tu propio memorial; porque alejado de mí te desnudaste, subiste y extendiste tu cama. Hiciste con ellos pacto, amaste su cama, miraste su desnudez.
9 “Fuiste al rey con ungüentos, y multiplicaste tus perfumes; enviaste lejos a tus mensajeros, y te humillaste hasta el Seol.
10 Con tanto caminar te cansaste, pero no dijiste: ‘¡Estoy rendida!’ Hallaste mucha vitalidad, por lo cual no desfalleciste.
11 “¿Por quién tuviste aprehensión y a quién temiste, de modo que mintieses y no te acordases de mí, ni lo tomases a pecho? ¿No es porque he guardado silencio y disimulado, y no me has temido?
12 Yo expondré tu justicia y tus obras, pero ellas no te aprovecharán.
13 Cuando clames, ¡que te libre tu colección de ídolos! Pero a todos ellos se los llevará el viento; un soplo los arrebatará. Pero el que se refugia en mí tendrá la tierra por heredad y poseerá mi santo monte.”
14 Entonces él dirá: “¡Allanad, allanad la calzada! ¡Preparad el camino! ¡Quitad los obstáculos del camino de mi pueblo!”
15 Porque así ha dicho el Alto y Sublime, el que habita la eternidad y cuyo nombre es el Santo: “Yo habito en las alturas y en santidad; pero estoy con el de espíritu contrito y humillado, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los oprimidos.
16 Porque no he de contender para siempre, ni para siempre he de estar airado, pues se desmayaría delante de mí el espíritu y las almas que he creado.
17 “Por la iniquidad de sus ganancias deshonestas me indigné y lo golpeé. Escondí mi rostro y me indigné. Pero él continuó rebelde en el camino de su corazón.
18 He visto sus caminos, pero lo sanaré. Lo guiaré y le daré consuelo, a él y a los suyos que están de duelo.
19 Yo soy el que crea fruto de labios: ¡Paz, paz para el que está lejos y para el que está cerca!, dice Jehovah. Yo lo sanaré.
20 Pero los impíos son como el mar agitado que no puede estar quieto y cuyas aguas arrojan cieno y lodo.
21 “¡No hay paz para los malos!,” dice mi Dios.