La Historia de la Redención

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La estrella matutina de la reforma

En el siglo XIV surgió en Inglaterra “la estrella matutina de la Reforma”. John Wycliffe fue el heraldo de la Reforma, no sólo para Inglaterra, sino para toda la cristiandad. Fue el precursor de los puritanos; su época constituyó un oasis en medio del desierto. HR 353.2

El Señor consideró apropiado confiar la obra de reforma a alguien cuya capacidad intelectual le daría carácter y dignidad a sus labores. Así se silenció el menosprecio y se impidió que los adversarios de la verdad trataran de desacreditar su causa, ridiculizando la ignorancia de su abogado. Cuando Wycliffe llegó a dominar todo lo que se enseñaba en las escuelas, se dedicó al estudio de las Escrituras. En ellas encontró lo que antes había buscado en vano. Vio allí una revelación del plan de salvación, y a Cristo como el único Abogado del hombre. Descubrió que Roma había abandonado el sendero señalado por la Biblia para seguir las tradiciones humanas. Se entregó a sí mismo al servicio de Cristo, y se decidió a proclamar las verdades que había descubierto. HR 353.3

La mayor obra de su vida fue la traducción de las Escrituras al inglés. Esa fue la primera traducción completa de la Biblia a ese idioma que se haya hecho jamás. Como todavía el arte de imprimir era desconocido, sólo mediante una labor lenta y cansadora se podían conseguir ejemplares adicionales de la obra; pero eso fue lo que se hizo, y la gente de Inglaterra recibió la Biblia en su propio idioma. De ese modo la luz de la Palabra de Dios comenzó a proyectar sus brillantes rayos en medio de las tinieblas. Una mano divina estaba preparando el camino para la gran Reforma. HR 354.1

La apelación que se hizo a la razón humana levantó a los hombres de la pasiva sumisión a los dogmas del papado. Las Escrituras fueron recibidas con beneplácito por los miembros de las clases altas de la sociedad, que eran las únicas que en aquella época tenían cierto conocimiento de las letras. En ese entonces Wycliffe enseñó las doctrinas características del protestantismo, es a saber, la salvación por la fe en Cristo y la infalibilidad de las Escrituras solamente. Muchos sacerdotes se unieron a él para distribuir ejemplares de la Biblia y predicar el Evangelio, y tan grande fue el efecto de esas labores y de sus escritos que la nueva fe fue aceptada por casi la mitad de los habitantes de Inglaterra. El reino de las tinieblas tembló. HR 354.2

Los esfuerzos de sus enemigos para detener sus labores y destruir su vida fueron en ambos casos fracasos completos, y al cumplir 61 años falleció en paz mientras servía junto al altar. HR 354.3