Mensajes Selectos Tomo 1

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Nuestras responsabilidades

El mensaje de Laodicea se aplica a la iglesia en este tiempo. ¿Creéis ese mensaje? ¿Tenéis corazones sensibles? ¿O decís constantemente: Somos ricos, y estamos enriquecidos, y no tenemos necesidad de nada? ¿Es en vano que se haya dado la declaración de la verdad eterna a esta nación para ser llevada a todas las naciones del mundo? Dios ha elegido a un pueblo y lo ha hecho depositario de una verdad saturada de resultados eternos. Le ha dado la luz que debe iluminar al mundo. ¿Se ha equivocado Dios? ¿Somos realmente sus instrumentos escogidos? ¿Somos los hombres y mujeres que han de llevar al mundo los mensajes del capítulo catorce del Apocalipsis, que han de proclamar el mensaje de salvación a los que están al borde de la ruina? ¿Procedemos como si fuéramos esos hombres y mujeres? 1MS 107.2

Con clara y firme voz, el mensajero dijo: “Os pregunto, ¿qué estáis haciendo? ¡Ojalá pudierais comprender! ¡Ojalá pudierais entender la importancia de la amonestación y lo que significa para vosotros y para el mundo! Si entendierais, si estuvierais llenos del espíritu de Aquel que dio su vida por la vida del mundo, cooperaríais con él haciendo fervientes y abnegados esfuerzos para salvar a los pecadores”. 1MS 107.3

“El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él” 1 Juan 2:4. Un gran despertar debe efectuarse en la iglesia. Si tan sólo supiéramos, si tan sólo entendiéramos, ¡cuán rápidamente el espíritu del mensaje iría de iglesia en iglesia! ¡Con cuán buena voluntad serían dados los bienes de los creyentes para sostener la obra de Dios! Dios nos exhorta a orar y velar en oración. Limpiad vuestros hogares de los ídolos fotográficos* que han consumido el dinero que debería haber fluido a la tesorería del Señor. La luz debe avanzar como una lámpara que arde. Los que llevan el mensaje al mundo debieran buscar fervientemente al Señor para que su Espíritu Santo pueda ser derramado abundantemente sobre ellos. No tenéis tiempo que perder. Orad por el poder de Dios para que podáis trabajar con éxito por los que están cerca y lejos. 1MS 107.4