Mensajes para los Jóvenes

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Efectos de los hábitos físicos sobre la mente

Haríamos bien en meditar en la lección que aquí se presenta. La estricta obediencia de los requerimientos de la Biblia será una bendición, tanto para el cuerpo como para el espíritu. Los frutos del Espíritu no consisten solamente en amor, paz y gozo, sino también en temperancia. Se nos manda que no contaminemos nuestro cuerpo, pues es templo del Espíritu Santo. MJ 170.1

Los cautivos hebreos eran hombres de pasiones semejantes a las nuestras. Se mantuvieron firmes en medio de las seductoras influencias de la lujosa corte de Babilonia. Los jóvenes de hoy en día están rodeados de incitaciones a la complacencia propia. En nuestras grandes ciudades, especialmente, se hace fácil y tentadora toda forma de placer sensual. Los que, como Daniel, rehúsan contaminarse, cosecharán como recompensa hábitos de temperancia. Su mayor vigor físico y poder de resistencia más abundante, constituyen un depósito bancario al cual recurrir en caso de emergencia. MJ 170.2

Los hábitos físicos correctos promueven la superioridad mental. La potencia intelectual, el vigor físico y la duración de la vida dependen de leyes inmutables. El Dios de la naturaleza no se interpondrá para preservar a los hombres de las consecuencias de la violación de los requerimientos de la naturaleza. El que lucha por el señorío debe ser temperante en todas las cosas. La claridad mental y la firmeza de propósito de Daniel, su poder para adquirir conocimientos y resistir la tentación, se debían en extenso grado a la sencillez de su régimen alimenticio, en relación con su vida de oración. MJ 170.3