La Oración

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Las oraciones no valen si hay iniquidad en el corazón

“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente”. Tito 2:11, 12. Cristo dice: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. Mateo 5:48. ¿Qué sirven sus oraciones si usted alberga iniquidad en su corazón? A menos que haga un cambio completo, dentro de poco se cansará del reproche, como lo hicieron los hijos de Israel; y, como ellos, apostatará. Algunos de ustedes reconocen de palabras el reproche, pero no lo aceptan de corazón. Siguen como antes, solo que menos susceptibles a la influencia del Espíritu de Dios, haciéndose más y más ciegos, teniendo menos sabiduría, menos control sobre ustedes mismos, menos poder moral, y menos celo y gusto por los ejercicios religiosos; y, a menos que sean convertidos, últimamente perderán por completo su vínculo con Dios. No han realizado cambios decididos en su vida al llegar la amonestación, porque no han visto y reconocido sus defectos de carácter y el gran contraste entre su vida y la vida de Cristo. Ha sido su costumbre colocarse en una posición donde no pierdan por completo la confianza de sus hermanos.—Testimonies for the Church 4:332. Or 82.1