La Maravillosa Gracia de Dios

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Sufrimiento infinito, 6 de junio

Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados. Hebreos 2:18. MGD 165.1

Ojalá pudiésemos comprender el significado de estas palabras: Cristo “padeció siendo tentado”. A la par que era libre de mancha de pecado, su refinada sensibilidad y su naturaleza santa contribuían a que el contacto con el pecado le resultara indescriptiblemente penoso. No obstante, habiendo asumido la naturaleza humana, hizo frente cara a cara al archiapóstata, y resistió solo al enemigo de su trono. Ni siquiera en pensamiento fue inducido Cristo a someterse al poder de la tentación.—The S.D.A. Bible Commentary 7:927. MGD 165.2

¡Qué espectáculo contempló así el cielo! Cristo, que no conocía en lo más mínimo la mancha o contaminación del pecado, tomó nuestra naturaleza en su condición deteriorada. Esta fue una humillación mayor que la que pueda comprender el hombre finito. Dios fue manifestado en carne. Se humilló a sí mismo. ¡Qué tema para el pensamiento, para una profunda y ferviente contemplación! Aunque era tan infinitamente grande la Majestad del cielo, sin embargo se inclinó tan bajo, sin perder un átomo de su dignidad y gloria. Se inclinó a la pobreza y la más profunda humillación entre los hombres. Por nuestra causa se hizo pobre, para que por su pobreza pudiéramos ser hechos ricos.—Mensajes Selectos 1:296. MGD 165.3

El mundo había perdido el modelo original de la bondad, y se había sumergido en la apostasía universal y en la corrupción moral; y la vida de Cristo fue de esfuerzo laborioso y abnegado para atraer de vuelta al hombre a su primitivo estado y para imbuirlo del espíritu de la generosidad y del amor divinos. Aunque estaba en el mundo, no era del mundo. Era un constante dolor para él estar en contacto con la enemistad, la depravación y la impureza que Satanás había producido; pero tenía una obra que hacer para poner al hombre en armonía con el plan divino, y a la tierra en relación con el cielo, y no consideraba ningún sacrificio demasiado grande para cumplir este propósito. “Fue tentado en todo según nuestra semejanza”. Hebreos 4:15.—Testimonies for the Church 5:421, 422. MGD 165.4