La Fe por la Cual Vivo

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Los cielos hablan, 20 de enero

Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién crió estas cosas: él saca por cuenta su ejército: a todas llama por sus nombres; ninguna faltará: tal es la grandeza de su fuerza, y su poder y virtud. Isaías 40:26. FV 28.1

“El libro de la naturaleza es un gran libro de texto, que debemos usar conjuntamente con las Escrituras para enseñar a los demás acerca del carácter de Dios.”—Sketches From the Life of Paul, 21. FV 28.2

“Dios quiere que sus hijos aprecien sus obras, y se deleiten en la sencilla y tranquila hermosura con que él ha adornado nuestra morada terrenal.”—El Camino a Cristo, 63. FV 28.3

“El exhorta a sus criaturas que aparten su atención de la confusión y perplejidad que los rodea y admiren la obra de sus manos. Los cuerpos celestes son dignos de contemplación. Dios los ha hecho para el beneficio del hombre, y mientras estudiamos sus obras los ángeles de Dios estarán a nuestro lado para alumbrar nuestras mentes y guardarnos de los engaños satánicos.”—The S.D.A. Bible Commentary 4:1145. FV 28.4

“Querida juventud: salid afuera en la noche y contemplad las glorias del firmamento. Contemplad las joyas de luz que tachonan el cielo como oro precioso. Hay una riqueza de gloria pero millones de mentes son tan obtusas que no saben apreciar su esplendor. Es un pedacito de cielo colgado ante nuestros sentidos para dar testimonio de las excelsas glorias que allá se encierran.”—Carta 41, 1877. FV 28.5

“No sólo debemos contemplar los cielos; debemos considerar todas las obras de Dios. Él quiere que estudiemos las obras del Infinito y por medio de este estudio aprendamos a amarlo, reverenciarlo y obedecerle.”—The S.D.A. Bible Commentary 4:1145. FV 28.6