La Fe por la Cual Vivo

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Creación, no evolución, 21 de enero

Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el espíritu de su boca. Salmos 33:6. FV 29.1

“Puesto que el libro de la naturaleza y el de la revelación llevan el sello de la misma mente maestra, no pueden sino hablar en armonía.... Sin embargo, algunas deducciones sacadas erróneamente de hechos observados en la naturaleza, han hecho suponer que existe un conflicto entre la ciencia y la revelación, y, en los esfuerzos hechos para restaurar la armonía, se han adoptado interpretaciones de las Escrituras que minan y destruyen la fuerza de la Palabra de Dios. Se ha creído que la geología contradice la interpretación literal del relato mosaico de la creación. Se pretende que se requirieron millones de años para que la tierra evolucionara del caos, y a fin de acomodar la Biblia a esta supuesta revelación de la ciencia, se supone que los días de la creación han sido vastos e indefinidos períodos que abarcan miles y hasta millones de años.... Semejante conclusión es enteramente innecesaria.”—La Educación, 124. FV 29.2

“Acerca de cada día de la creación, las Santas Escrituras declaran que consistía en una tarde y una mañana, como todos los demás días que siguieron desde entonces.”—Historia de los Patriarcas y Profetas, 103. FV 29.3

“Es cierto que los restos encontrados en la tierra testifican que existieron hombres, animales y plantas mucho más grandes que los que ahora se conocen.... En ocasión del diluvio la superficie de la tierra sufrió conmociones, ocurrieron cambios notables y en la nueva formación de la costra terrestre fueron conservadas muchas pruebas de la vida preexistente.... Estas cosas ... son otros tantos testigos mudos de la veracidad de la Palabra de Dios.”—La Educación, 125. FV 29.4