La Fe por la Cual Vivo

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La naturaleza habla de Dios, 19 de enero

Considerad los lirios, cómo crecen: no labran, ni hilan; y os digo, que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Lucas 12:27. FV 27.1

“En su perfección original, todas las cosas creadas eran una expresión del pensamiento de Dios. Para Adán y Eva en su hogar edénico, toda la naturaleza estaba llena del conocimiento de Dios, repleta de instrucción divina. La sabiduría hablaba a los ojos, y era recibida en el corazón; pues ellos se ponían en comunión con Dios por medio de sus obras creadas.... La tierra se halla actualmente manchada y profanada por el pecado. Sin embargo, aun en su estado de marchitez, permanece mucho de lo que es hermoso.”—Sketches From the Life of Paul, 14. FV 27.2

“La naturaleza habla sin cesar a nuestros sentidos. El corazón que está preparado se impresionará con el amor y la gloria de Dios como están revelados en las obras de sus manos. El oído atento puede escuchar y entender las comunicaciones de Dios por las cosas de la naturaleza. Los verdes campos, los elevados árboles, los botones y las flores, la nubecilla que pasa, la lluvia que cae, el arroyo que murmura, las glorias de los cielos, hablan a nuestros corazones, y nos invitan a que hagamos conocimiento con aquel que los hizo todos.”—El Camino a Cristo, 89. FV 27.3

“El es amante de lo bello, y sobre todo él ama la belleza de carácter que es más atractiva que todo lo externo; él quiere que cultivemos la pureza y la simplicidad, las gracias características de las flores.”—Ibid. 90. FV 27.4