La Edificación del Carácter

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Los estimulantes y narcóticos

La amonestación de San Pedro de abstenerse de los deseos carnales es una admonición muy directa y fuerte contra el uso de todos los estimulantes y narcóticos tales como el té, el café, el tabaco, el alcohol y la morfina. El uso de estos elementos bien puede ser clasificado entre los deseos que ejercen una influencia perniciosa sobre el carácter moral. Cuanto más temprano se formen estos hábitos perjudiciales, más firmemente mantendrán a su víctima en la esclavitud al deseo pecaminoso, y más ciertamente rebajarán la norma de la espiritualidad. ECFP 26.1

La enseñanza bíblica hará sólo una débil impresión en los que tengan sus facultades entenebrecidas por la complacencia propia. Millares sacrificarán no solamente la salud y la vida, sino también su esperanza del cielo, antes de declarar la guerra contra sus propios apetitos pervertidos. Una mujer que por muchos años pretendió estar santificada, hizo la declaración de que si le tocaba decidir entre abandonar su pipa o el cielo, ella diría: “Adiós, cielo; no puedo vencer mi amor por mi pipa”. Este ídolo había sido guardado como reliquia en su alma, dejándolo a Jesús en lugar subordinado. ¡Sin embargo esta mujer pretendía pertenecer completamente al Señor! ECFP 26.2