En los Lugares Celestiales

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El argumento más poderoso, 7 de noviembre

Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve... Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios. Isaías 43:11, 12. ELC 320.1

De sus seguidores genuinos el Señor dice: “Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará”. Isaías 43:21. Ellos son mis testigos, mis representantes escogidos en un mundo apóstata... ELC 320.2

Dios pide nuestra cooperación. Sus demandas son razonables... Cuando tomamos el nombre de Cristo, nos comprometemos a representarlo. Para que seamos leales a nuestro voto, Cristo debe ser formado en nosotros, la esperanza de gloria. La vida diaria debe llegar a ser más y más semejante a la vida de Cristo. Debemos ser cristianos en hecho y en verdad. Cristo no comulga con el fingimiento. El dará la bienvenida a las cortes celestiales sólo a aquéllos cuyo cristianismo sea genuino. La vida de los profesos cristianos que no viven la vida de Cristo es una burla a la religión.—The Review and Herald, 14 de enero de 1904. ELC 320.3

Dios no nos pide que compremos su favor mediante algún costoso sacrificio. Únicamente pide el servicio de un corazón humilde y contrito que ha aceptado su don gratuito con gozo y gratitud. Quien recibe a Cristo como su Salvador personal es poseedor de la salvación provista por Cristo. Y nunca olvidará que así como recibió gratuitamente, gratuitamente ha de impartir.—Carta 8, 1901. ELC 320.4

¿Comprendéis vuestro valor a la vista de Dios? Él dice: Sois colaboradores juntamente conmigo. ¿Estáis permitiendo que vuestra luz brille en rayos claros para un mundo caído? ¿Estáis buscando ejercitar toda facultad y todo poder que Dios os ha dado?—Manuscrito 21, 1895. ELC 320.5

Un cristiano verdadero y amante es el argumento más poderoso que se puede ofrecer en favor de la verdad de la Biblia.—The Review and Herald, 14 de enero de 1904. ELC 320.6