El Colportor Evangélico

108/269

La voz del salvador

La voz del Salvador era como música a los oídos de aquellos que habían estado acostumbrados a la prédica monótona y sin vida de los escribas y fariseos. Él hablaba lenta e impresionantemente, recalcando las palabras a las cuales deseaba que sus oyentes prestasen atención especial... La facultad del habla es de gran valor, y la voz debe cultivarse para bendición de aquellos con quienes tratamos.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 227, 228 (1913). CE 77.1