El Colportor Evangélico

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Cortesía cristiana y espíritu servicial

El colportor debería hacer todo esfuerzo que esté de su parte para permitir que la luz de la verdad brille mediante las buenas obras. En la realización de sus deberes debería esparcir en tomo de él la fragancia de la cortesía cristiana, aprovechando toda oportunidad para realizar actos de servicio y de ayuda. Deberían acostumbrarse a hablar en forma distinta y que haga impresión. Deberían aprender diariamente en la escuela del gran Maestro. Cristo ayudará seguramente a los que se escondan en él y dependan de él para obtener fortaleza.—The Review and Herald, 16 de junio de 1903. CE 68.3