Joyas de los Testimonios 2

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En los hogares de la gente

La predicación de la Palabra es un medio por el cual el Señor ordenó que se dé al mundo su mensaje de amonestación. En las Escrituras se representa al maestro fiel como pastor de la grey de Dios. Se le ha de respetar, y su obra debe ser apreciada. La verdadera obra misionera médica está vinculada con el ministerio, y el colportaje ha de ser parte tanto de la obra misionera médica como del ministerio. A los que se dedican a esta obra quiero decir: “Mientras visitáis a la gente decidle que trabajáis por la difusión del Evangelio, y que amáis al Señor.” 2JT 542.1

“No procuréis alojaros en un hotel; permaneced más bien en una casa particular, y llegad a conocer la familia. Cristo sembraba las semillas de la verdad dondequiera que estuviese, y como seguidores suyos podéis testificar por el Maestro y hacer una obra preciosísima en los hogares. Al acercaros así a la gente, hallaréis con frecuencia enfermos y desalentados. Si os mantenéis cerca de Cristo y lleváis su yugo, aprenderéis diariamente de él a comunicar mensajes de paz y consuelo a los entristecidos y desilusionados, a los de corazón triste y quebrantado. Podréis conducir a los desalentados a la Palabra de Dios, y llevar a los enfermos al Señor en oración. Mientras oráis, hablad a Cristo como hablaríais a un amigo de confianza y muy amado. Mantened una dulce, libre y agradable dignidad, como hijos de Dios. Esto será reconocido.” 2JT 542.2

Los colportores deben poder dar instrucciones en lo que se refiere a tratar a los enfermos. Deben familiarizarse con los métodos sencillos de dar tratamientos higiénicos. Así podrán trabajar como misioneros médicos y atender las almas y los cuerpos de los dolientes. Esta obra debiera estar realizándose en todas partes del mundo. Así muchísimos podrían recibir las bendiciones de las oraciones e instrucciones de los siervos de Dios. 2JT 543.1