El Colportor Evangélico

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Rumbo al blanco

Necesitamos de continuo una nueva revelación de Cristo, una experiencia diaria que se armonice con sus enseñanzas. Altos y santos resultados están a nuestro alcance. El propósito de Dios es que progresemos siempre en conocimiento y virtud. Su ley es eco de su propia voz, que dirige a todos la invitación: “Sube más alto. Sé santo, cada vez más santo”. Cada día podemos adelantar en la perfección del carácter cristiano. CE 221.1

Los que trabajan en el servicio del Maestro necesitan una experiencia mucho más elevada, más profunda y más amplia que la que muchos han deseado tener. Muchos que ya son miembros de la gran familia de Dios poco saben de lo que significa contemplar su gloria y ser transformados de gloria en gloria. Muchos tienen una percepción crepuscular de la excelencia de Cristo, y sus corazones se estremecen de gozo. Anhelan sentir más hondamente y en mayor grado el amor del Salvador. Cultiven ellos todo deseo del espíritu por conocer a Dios. El Espíritu Santo obra en quienes se someten a su influencia, amolda y forma a quienes quieren ser así formados. Dedíquense al cultivo de pensamientos espirituales y a la santa comunión. Sólo han visto los primeros rayos de la aurora de su gloria. Conforme sigan conociendo a Dios, verán que “la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto”. Proverbios 4:18. CE 221.2