Elena G. de White en Europa

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La primera visita a Italia

Ataques de “amigos” y adversarios

A su regreso a Basilea, Suiza, el jueves 20 de noviembre por la noche, Elena G. de White halló a su nuera María en buen estado de salud, pero su nieta Ella*—que tenía entonces cuatro años de edad—estaba enferma, aunque no de gravedad. Por consiguiente, fue bueno volver a “casa”. EGWE 150.1

En los meses siguientes regresó muchas veces a su casa transitoria de Basilea, para partir nuevamente como mensajera de Dios, llevando a la gente la palabra que él le había confiado. Esa era la modalidad de sus actividades en Europa. EGWE 150.2

Guillermo White llegó a Nueva York una semana después que su madre regresó a Basilea. A su esposa María le escribió las siguientes instrucciones: “Supongo que a mamá la dejarán tranquila después de su largo y penoso viaje. Debes ayudarla a descansar. Hagan vestidos, salgan a pasear en coche, caminen, maten el tiempo, y denle a la naturaleza la oportunidad de que se fortalezca para otra campaña” (Guillermo C. White, 28 de noviembre de 1885). Pero las esperanzas de que su madre pudiera descansar antes de realizar otra “campaña” se habían frustrado mucho antes que él escribiera ese pensamiento. El primer día que ella pasó en Basilea, B. I. Whitney le dijo que la necesitaban en Italia de inmediato. A. C. Bourdeau, quien fue allí precisamente después del concilio europeo, tenía gran necesidad de estímulo y ayuda. EGWE 150.3

A la noche siguiente Whitney regresó para celebrar otra larga entrevista, que giró esta vez en torno de la salud espiritual de los obreros de la oficina, especialmente los más jóvenes. La obra de la Sra. de White quedó trazada antes que ella tuviera tiempo de pensar en coser, salir en coche, caminar o descansar. EGWE 151.1