Elena G. de White en Europa

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Métodos apropiados de trabajo

La Sra. de White se refirió luego a los métodos apropiados de trabajo. Subrayó la importancia de las visitas personales a los hogares. El pastor debe estar alerta para captar cualquier indicio de interés y de convicción despertado por su predicación, y debe comenzar a trabajar de inmediato con las personas involucradas. “Muchas almas preciosas vacilan durante un tiempo”, dijo Elena G. de White, “y luego se inclinan hacia el error, porque el pastor no realizó un esfuerzo personal en el momento apropiado”. Ibid. 148. Sugirió que tal vez los obreros deberían vivir en los lugares donde las necesidades son mayores. “Deberían acercarse a la gente, sentarse a sus mesas y alojarse en sus humildes hogares”. Ibid. Si esto significaba que los obreros debían ir con su familia a lugares indeseables, tendrían que recordar, simplemente, que cuando Jesús trabajó en Palestina no siempre permaneció en los lugares más agradables. EGWE 68.4

Pero no sólo señaló a los ministros como los únicos heraldos del mensaje. Sabía que había madres muy laboriosas y jornaleros que también tenían una obra que hacer para Dios. “Hermanos y hermanas, vosotros que permanecéis apegados a los objetos superfluos de vuestra casa, tenéis una tarea que cumplir. La obra de salvar almas no debe quedar sólo a cargo de los ministros. Toda persona convertida procurará llevar a otros al conocimiento de la verdad. Comenzad a trabajar con los que están en vuestro propio hogar y vecindario... También podéis elevar vuestras peticiones en favor de los obreros que trabajan en los distintos territorios. Dios escuchará vuestras oraciones”.—Ibid. EGWE 69.1

Ese consejo no era un mero sermonear. Aunque madre de cuatro hijos, la Sra. de White siempre trabajó fielmente para llevar a Cristo a los que estaban junto a ella y también a sus vecinos. Sus contactos misioneros en Europa, tanto dentro de la iglesia como fuera de ella, eran frecuentes y fructíferos, como veremos más adelante. EGWE 69.2