Elena G. de White en Europa
La Sra. de White asiste al congreso de la asociación Suiza
Esa noche se inauguró el segundo congreso anual de la Asociación Suiza. Esta asociación fue una de las primeras que se organizó oficialmente en Europa, en una reunión general celebrada el año anterior (1885), en Bienne. Se reunieron ministros de Francia, Italia, Alemania y Rumania, como también de Suiza, y aunque la asociación recibió el nombre de “Suiza”, en realidad incluía las iglesias de todos esos países. Ciento veinticinco delegados estuvieron presentes en la reunión de Bienne, donde se organizó la asociación; pero cuando la Sra. de White se levantó para hablar en la sesión del día viernes, le sorprendió y deleitó ver allí a casi 200 creyentes reunidos. “Raras veces se ve un grupo tan inteligente y de noble aspecto”, informó a los lectores de la Review. “A pesar de pertenecer a países diferentes, al fijar nuestros ojos en el mismo objetivo, Jesucristo, nos acercamos a Jesús y los unos a los otros”.—The Review and Herald, 3 de noviembre de 1885. EGWE 67.1
Los delegados escucharon con profundo interés la primera presentación de la mensajera del Señor. Fue una predicación cálida e inspiradora: “Esta mañana me interesó profundamente escuchar los informes del trabajo realizado en los diversos territorios”, comenzó diciendo. Añadió luego algunos recuerdos, y observó que esos informes eran muy similares a los que oyó cuando se inició la obra en Norteamérica. Estaba segura de que en Europa los obreros tenían el mismo sentir que los de Norteamérica, cuando veían aceptar el mensaje a los nuevos conversos: “Un alma que abraza la verdad tiene más valor que montañas de oro. Llorábamos y nos regocijábamos, y apenas podíamos dormir”.—Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 147. EGWE 67.2
Después se refirió al informe del trabajo en Italia presentado por el pastor A. C. Bourdeau: EGWE 68.1
“Se ha hablado de los valles del Piamonte. Por la luz que he recibido sé que en esos valles hay almas preciosas que aceptarán la verdad. No conozco personalmente esos lugares; pero me fueron presentados como que estaban relacionados en ciertos aspectos con la obra de Dios en el pasado”.—Ibid. EGWE 68.2
A continuación aseguró a los representantes de otros países de Europa que “en todos los territorios mencionados en los informes hay aún una gran obra por realizar”.—Ibid. EGWE 68.3