Elena G. de White en Europa

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Ayuda práctica para los obreros

Había también otros asuntos “más relacionados con el hogar”, que requerían atención. Una de las dificultades que se presentaron en la asociación tenía que ver con una jovencita llamada Alace, hija de un obrero consagrado de la casa editora. Alace había huido del hogar. Elena G. de White explicó: “Este es el fruto de los flirteos y galanteos”. Sin duda, este pequeño capítulo del romance es el resultado de la lectura de historias de “ficción y romance”, declaró. Los jóvenes que leen la Biblia no hacen “estas cosas”. Ibid. La vemos ahora tratando de guiar a los jóvenes de Basilea a la Palabra de Dios. “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra”. Salmos 119:9. EGWE 311.1

Cuando las “cocineras” de la casa editora mezquinaron un poco las comidas, la práctica y realista Sra. de White las instó a servir abundantes comidas nutritivas. Aproximadamente un mes después que terminó la asamblea Suiza, ella se reunió con las familias de los obreros de la casa editora. “He hablado con mucha franqueza—dijo—, acerca de cómo hay que tratar a los pensionistas y cómo se debe surtir la mesa con alimentos nutritivos... Esperamos que haya un cambio favorable en algunos aspectos”.—Ibid. EGWE 311.2

A mediados de abril, escribió que “estamos exigiendo al máximo todas nuestras facultades para terminar nuestra labor en Basilea... Partiremos hacia Prusia el 20 de mayo para las reuniones de la asamblea”. Carta 82, 1887; Manuscrito 29, 1887. Estas evidencias indican que ya había tomado la decisión de concluir el extenso viaje por Europa para dirigirse al oeste, rumbo al hogar. EGWE 311.3