Elena G. de White en Europa

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La promesa de ser temperantes

Pero algunos adventistas no firmaron el voto de temperancia. Las razones que adujeron, sin embargo, no eran justificadas. La Sra. de White explicó: EGWE 309.1

“La excusa que presentaron fue que debido a su trabajo debían ir a lugares donde les ofrecían vino (como es costumbre en este país), y que ellos no se podían negar a aceptarlo por temor de ofender a las personas en cuyo favor estaban trabajando. Pensé que ésta era una buena oportunidad para que levantaran su cruz e hicieran brillar su luz como pueblo peculiar de Dios, el cual él estaba purificando para sí. EGWE 309.2

“Jamás debemos avergonzarnos de ser temperantes en todas las cosas, mientras recordemos el largo y doloroso ayuno que Cristo soportó para destruir el poder de las tentaciones de Satanás sobre la raza humana con relación al apetito. Cristo peleó la batalla con sufrimiento y debilidad, y venció a Satanás, haciendo posible que el hombre también pueda vencer en el nombre de Jesucristo y mediante su fortaleza. ¿Por qué, entonces, se han de avergonzar los seguidores de Jesús si tienen que negarse a beber la tentadora copa de vino?”—Ibid. EGWE 309.3

¿Y qué debía hacerse con respecto a la cerveza? ¿Tenía esto alguna importancia para los adventistas? EGWE 309.4

“Los bebedores de cerveza ofrecerán sus copas y los que pretenden ser hijos de Dios pueden presentar la misma excusa para no firmar el voto de temperancia—porque se los invitará a beberla y no será agradable negarse a aceptarla. Se pueden seguir presentando indefinidamente estas excusas; pero no tienen fundamento, y lamentamos que, alguien que pretende creer en la verdad se niegue a firmar el voto; que se niegue a levantar barreras alrededor de su alma para que lo fortalezcan contra la tentación. Prefieren quitar los cerrojos, para poder levantarse fácilmente y aceptar la tentación sin hacer esfuerzos por resistirla”.—Ibid. EGWE 309.5

La sierva de Dios extendió la prueba de la temperancia hasta el hogar y la introdujo en la conciencia de los presentes con suma delicadeza: EGWE 310.1

“Jesús soportó el doloroso ayuno en nuestro favor, y venció a Satanás en cada tentación, haciéndole posible al hombre el vencer para su propio bien y por su propia cuenta, mediante la fuerza que le concede esta poderosa victoria lograda por el Sustituto y la Garantía del hombre. Agradecemos al Señor por la victoria obtenida en estos aspectos, aun aquí en Basilea; y esperamos ayudar a nuestros hermanos y hermanas para que alcancen una norma aún más elevada, al firmar el voto de abstención del café de Java y de la hierba que proviene de China. Vemos que aquí hay quienes necesitan dar este paso en la reforma”.—Ibid. EGWE 310.2

La asamblea Suiza continuó hasta el 8 de marzo. Durante las casi tres semanas que duraron las reuniones Elena G. de White habló 17 veces. Aparentemente había algunos espíritus turbulentos y ásperos a los que se debía vencer, porque Elena G. de White sintió que debía predicar acerca de la amabilidad y la paciencia. Su predicación del domingo 6 de marzo se basó en Efesios 6:10-12. Posteriormente escribió lo siguiente: “Mi mente fue llevada a un aspecto totalmente inesperado para mí con relación al tema de la paciencia, la bondad y la tolerancia mutua”.—Manuscrito 29, 1887. EGWE 310.3