Elena G. de White en Europa
El futuro del pueblo adventista
Acerca del futuro del pueblo adventista, ese mismo año, 1886, ella escribió lo siguiente: EGWE 287.3
“Se ha considerado a nuestro pueblo como demasiado insignificante para tenerlo en cuenta, pero sobrevendrá un cambio. El mundo cristiano está dando pasos que necesariamente pondrán en lugar destacado al pueblo que guarda los mandamientos. La verdad de Dios está siendo constantemente suplantada por las teorías y doctrinas falsas de origen humano. Se están gestando ciertos movimientos que esclavizarán las conciencias de aquellos que quieren ser leales a Dios. Las asambleas legislativas se pondrán en contra del pueblo de Dios. Toda alma será probada. Ojalá podamos ser sabios como pueblo e impartir a nuestros hijos esa sabiduría por precepto y por ejemplo. Se investigará cada aspecto de nuestra fe; y si no somos profundamente estudiosos de la Biblia, bien fundamentados, fortalecidos y afirmados, la sabiduría de los grandes hombres del mundo nos conducirá por caminos equivocados”.—Testimonies for the Church 5:546. EGWE 287.4
A la mañana siguiente, cuando los obreros se reunieron para tratar asuntos de la iglesia, notaron que* en el camino, a corta distancia, se había reunido una multitud. Un hombre que había “celebrado” la Navidad con demasiado licor, se había caído en la nieve profunda durante la noche. Debido a su estado, no pudo salir por sus propios medios de la nieve y murió de frío. “Su madre aún vive”, escribió apenada Elena G. de White: “El ha ocasionado una gran tristeza a esa madre, y ahora habrá duelo por este pobre hijo que falleció a consecuencia del exceso de bebida”.—Manuscrito 72, 1886. EGWE 287.5