Elena G. de White en Europa
El equipo evangelizador de Basilea
Aunque el estado financiero de la obra de publicaciones era desanimador, las perspectivas para la evangelización eran alentadoras. Conradi y Erzberger venían celebrando reuniones desde hacía algún tiempo, entre los suizos de habla alemana, y Elena G. de White estaba felicísima por el éxito que habían obtenido: “Los hermanos Conradi y Erzberger son dos buenos obreros—testificó ella a fines de diciembre—. Hace dos meses que están trabajando en Basilea. El salón que alquilaron está lleno, y algunas noches se llena también una pequeña habitación que está junto al salón. El Hno. Erzberger me dijo anoche que dieciséis personas decidieron guardar el sábado. Esto resulta muy alentador para todos nosotros”.—Carta 60, 1886. EGWE 284.1
Entretanto, Guillermo Ings había descubierto una nueva posibilidad para usar nuestras publicaciones. Acompañado por Oscar Roth, comenzó a colportar en los mejores hoteles, al tiempo que trataba de dejar copias bien encuadernadas de publicaciones adventistas en las salas de espera. Sorprendidos comprobaron que era muy difícil que algún hotel se negara a aceptar sus revistas. De inmediato hicieron planes para poner en práctica la idea en toda Europa—dondequiera hubiera miembros de iglesia responsables que se encargaran de mantener las publicaciones actualizadas y en buenas condiciones. EGWE 284.2