Elena G. de White en Europa
La palabra y el espíritu
Cuatro años antes de viajar a Europa, J. N. Andrews escribió un artículo que se publicó en la Review and Herald, titulado “Cómo usamos las visiones de la Hna. White”. Allí dejó en claro que la obra del Espíritu Santo no cesó cuando se escribió el último libro de la Biblia, y que el ministerio de los profetas no llegó a su fin en los tiempos bíblicos. También declaró que las Sagradas Escrituras enseñan que el Espíritu Santo concederá dones a los creyentes hasta el fin de los tiempos (véase 1 Corintios 12 y Efesios 4), y que como estos textos forman parte de las Escrituras, no pueden ser ignorados por los que se oponen a las visiones de Elena G. de White. He aquí sus palabras: EGWE 278.2
“Al aceptar de todo corazón que las Escrituras le enseñan al hombre sus deberes para con Dios, no negamos al Espíritu Santo, que ha puesto en la iglesia aquello que las Escrituras le atribuyen. EGWE 278.3
“Por lo tanto, 1 Corintios 12 y Efesios 4, que definen cuáles son los dones del Espíritu de Dios, no pueden formar parte verdaderamente de la norma de vida de las personas que afirman que las Escrituras son tan completas en sí mismas que hacen innecesarios los dones del Espíritu... EGWE 278.4
“El objeto de los dones espirituales es mantener viva la obra de Dios en la iglesia. Mediante ellos el Espíritu de Dios puede hablar para corregir los errores y exponer la iniquidad. Son los medios que Dios emplea para enseñarle a su pueblo cuando está en peligro de cometer errores. A través de ellos el Espíritu de Dios derrama luz sobre la iglesia cuando se presentan dificultades que no se podrán solucionar de ninguna otra manera. Constituyen también los medios usados por Dios para proteger a su pueblo de la confusión, al señalarle sus errores, corregir las interpretaciones falsas de la Biblia, y hacer que la luz brille sobre todo lo que pueda ser objeto de malas interpretaciones, y, en consecuencia, causa de males y divisiones entre el pueblo de Dios. En resumen, su obra consiste en unir al pueblo de Dios en una misma mente y un mismo criterio con relación al significado de las Escrituras... EGWE 278.5
“En lo que concierne al ingreso de nuevos miembros en nuestras iglesias, hay dos cosas que deseamos saber: * 1. Si creen en la doctrina bíblica de los dones espirituales; 2. Si estudiarán sin prejuicios las visiones de la Hna. White, que han ocupado siempre un lugar muy destacado en esta obra. Creemos que toda persona que sostenga esta posición y cumpla con este propósito será guiada por el camino de la verdad y la justicia. Y a los que así lo hacen, en ningún momento se les impide tomar una decisión al respecto”.—The Review and Herald, 15 de febrero de 1870. EGWE 279.1
A la luz de las observaciones de Andrews, es fácil comprender por qué los adventistas creen que los escritos de la Sra. de White exaltan y definen los versículos bíblicos, aunque no añaden nada a esas enseñanzas, ni las contradicen. No se debe confundir la inspiración de la Sra. de White * con la iluminación que pueden recibir todos los cristianos que piensan y oran para entender la Biblia. Juan 14:16, 17, 26. La inspiración dada por el Espíritu Santo involucra la recepción y la transmisión de la verdad, mientras que la iluminación del Espíritu Santo sugiere una influencia sobre ciertas actitudes y una percepción espiritual. EGWE 279.2
Los mensajes evangelizadores que Elena G. de White predicó en Nimes promovieron la obediencia plena a la Palabra de Dios y a su ley, al igual que las palabras de María, la madre de Jesús, indujeron a los servidores de la fiesta de bodas de Caná, o obedecer las instrucciones de Cristo: “Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere”. Juan 2:5. ¡Haced todo lo que os dijere! La predicación de Elena G. de White guiaba a las personas a experimentar el arrepentimiento y la gracia salvadora de Cristo, de acuerdo con la norma bíblica. EGWE 280.1