Elena G. de White en Europa
Ruinas romanas en Nimes
El domingo, la Sra. de White y sus amigos fueron caminando hasta el centro de Nimes. El mercado estaba tan activo como cualquier otro día de la semana. Ella quedó impresionada ante las ruinas romanas que hicieron famosa a esta ciudad. Visitó la Maison Carrée o “Casa Cuadrada”, un templo pequeño perfectamente levantado sobre columnas de piedra, que databa de los días de César Augusto. EGWE 261.5
En Nimes la Hna. White conoció al Sr. Guilly, un predicador evangélico y preceptor de un albergue para huérfanos y mujeres perdidas. Le interesó muchísimo la obra de caridad que él estaba haciendo para Cristo. EGWE 262.1
Permaneció dos semanas en la ciudad, y el amable Sr. Guilly hizo todo lo posible porque su estada fuese muy placentera. Cierto día la llevó a la Tour Magne, la Gran Torre, otra impresionante ruina romana ubicada sobre un cerro, al norte de la ciudad. Después de un prolongado ascenso llegaron a la torre del viejo castillo, y ascendieron sus estrechos escalones de piedra. EGWE 262.2
En una carta dirigida a su hermana, María Foss, la Sra. de White escribió: EGWE 262.3
“El magnífico paisaje fue una recompensa para nuestro esfuerzo. Pudimos contemplar Nimes y las plantaciones de olivos que abundan en la ciudad y sus alrededores, y que ofrecen un cuadro sumamente bello. Mientras estaba en las alturas, pensé en la tentación de Cristo cuando Satanás lo acosaba. Después de llevarlo al pináculo del templo lo invitó... y lo desafió a demostrar que era el Hijo de Dios, arrojándose desde esa impresionante altura... EGWE 262.4
“Desde la cima contemplamos un extenso paisaje. Pero eso no era nada en comparación con la visión de los reinos del mundo que desfilaron ante el Hijo de Dios con todo el hechizo de su belleza y esplendor”.—Carta 108, 1886. EGWE 262.5
Casi al fin de su estada, la Sra. de White almorzó con el Sr. Guilly en casa de Bourdeau, y al día siguiente visitó su escuela y su orfanato. EGWE 262.6
El sábado 30 de octubre predicó dos veces, por la tarde y por la noche. El Sr. Guilly, su esposa, los directores del albergue a su cargo y cincuenta alumnos asistieron a las reuniones. La Hna. White declaró: “Confiamos en que esta relación pueda ser, por la providencia de Dios, una bendición para ellos y para nosotros”.—Ibid. EGWE 262.7