Elena G. de White en Europa

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El cuarto concilio europeo

Del 27 de septiembre al 4 de octubre de 1886

La cuarta sesión del Concilio Misionero Europeo iba a realizarse a fines de septiembre de 1886 en Grimsby, Inglaterra. Por consiguiente, después de pasar dos semanas en su casa de Basilea, Elena G. de White partió el martes 14 de septiembre para asistir a ese concilio y a la reunión de obreros ingleses que lo precedió. EGWE 244.1

Debido a que Guillermo C. White tuvo que permanecer algún tiempo más en la casa editora, se le pidió a Luis Aufranc, un traductor de la casa editora que había sido designado para asistir al concilio, que viajara con la Sra. de White y Sara. El viaje presentó algunas dificultades. La primera noche, en el compartimiento de segunda clase hubo sólo espacio suficiente para que se acostara la Sra. de White, mientras que Sara y el Sr. Aufranc se arreglaron lo mejor que pudieron en los duros asientos. EGWE 244.2

El cruce del canal fue tormentoso, y todos tuvieron que sufrir el balanceo producido por las olas gigantescas. “Nos alegró abandonar el barco y mirar algo que permaneciera quieto”, escribió Elena G. de White con un suspiro de alivio.—Manuscrito 59, 1886. EGWE 244.3

Al llegar a Londres al día siguiente, tomaron un taxi hasta el Gran Hotel del Norte, donde pasaron la noche. Las perspectivas para el concilio no eran ni remotamente tan alentadoras, en algunos aspectos, como las del que habían celebrado el año anterior en Basilea, pero Elena G. de White lo afrontó con absoluta dedicación, tal como lo había hecho en el caso anterior. El jueves de mañana, al despertar en el hotel londinense, sintió un gran anhelo de recibir abundantemente el Espíritu del Señor. He aquí sus palabras: EGWE 244.4

“Me levanté temprano y procuré acercarme a Dios. Me sentía completamente incapaz de realizar la obra que tenía por delante, a menos que el Señor me auxiliara en ese mismo instante y lugar. ¿Cómo podía ayudar a otros y ser una bendición para ellos, a no ser que mi propia alma fuera vivificada y recibiera gracia abundante? Debo trabajar para el Maestro, entregándome a él sin reservas y, apoderándome de los divinos rayos de luz que emanan de Jesús, debo impartirlos a otros. Esta es la obra de cada cristiano”.—Ibid. EGWE 245.1

Cuando llegaron a Grimsby, algunas horas después, tuvieron la grata sorpresa de hallar allí a sus antiguos amigos Guillermo y Juanita Ings. Los esposos Ings y la familia White se conocían desde 1866, cuando dicho matrimonio llegó para colaborar en la casa editora de Battle Creek. Como ya se mencionó, fueron pioneros en las Islas Británicas, y después que regresaron de su primera gira de trabajo por Europa, en 1882, viajaron extensamente con Elena G. de White. La Sra de Ings, nacida en Alemania, era su enfermera y ayudante. EGWE 245.2