Elena G. de White en Europa
Turbulencia y paz
Progresos en Noruega y Dinamarca
A pesar de que Elena G. de White no se sentía muy bien de salud durante este segundo viaje a los países escandinavos, no permitió que esto le impidiera cumplir con la obra que Dios le había encomendado. Por supuesto, necesitaba un cambio que la alejara de la incesante tarea de escribir y predicar. Por lo tanto, salieron con Sara a comprar telas y luego se dedicaron activamente a coser. A la Sra. de White le agradaba mucho la costura, y no sólo suplía sus necesidades personales de ropa sino también la de otras personas. A menudo las hermanas de la iglesia buscaban su compañía al salir de compras, porque ella sabía elegir buenas telas. EGWE 226.1
En una carta dirigida a María, que estaba en Basilea, le pidió moldes para confeccionarle también un lindo vestido a su nieta Ella. Guillermo le escribió a su esposa, en tono jocoso: “Mamá y Sara últimamente se han dedicado en grande a la costura. Si alquilaras una tienda, creo que ellas podrían surtirla con una buena línea de vestidos” (carta de G. C. White, 16 de julio de 1886). EGWE 226.2