Elena G. de White en Europa

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Un símbolo de la obra de la Hna. White

Pero la obra de Elena G. de White como mensajera del Señor era más seria y bastante más difícil que la confección de vestidos. Quizá su mente retrocedió hasta el año 1868, cuando relató un sueño en el cual el Señor le repitió, simbólicamente, la obra de edificación del carácter que ella estaba realizando en la iglesia: EGWE 226.3

“Una persona me trajo una pieza de tela blanca, y me pidió que cortase de ella vestidos para personas de todos los tamaños y de todas las descripciones de carácter y circunstancias de la vida. Se me dijo que los cortase y los colgase de modo que estuviesen listos para ser hechos cuando los pidiesen... Declaré que había estado dedicada a cortar vestidos para otros durante más de veinte años, que mis trabajos no habían sido apreciados y que no veía que hubiesen logrado mucho beneficio”.—Joyas de los Testimonios 2:273. EGWE 227.1

Su “guía” le advirtió: EGWE 227.2

“Corta los vestidos. Este es tu deber. La pérdida no es tuya, sino mía. Dios no ve como el hombre ve. El te indica el trabajo que quiere que hagas, y no sabes qué prosperará, si esto o aquello”.—Ibid. EGWE 227.3

“Delante de mí había tijeras nuevas, que empecé a usar. En seguida me abandonaron mis sentimientos de cansancio y desaliento. Las tijeras parecían cortar casi sin esfuerzo de mi parte, y corté vestido tras vestido con comparativa facilidad”.—Ibid. 274. EGWE 227.4